Lucas, el único detenido por el ataque a la casa del gobernador Antonio Bonfatti, prestó declaración este martes ante la jueza María Luisa Pérez Vara y negó haber tenido cualquier tipo de vinculación con el hecho e incluso apuntó contra la policía: acusó a los oficiales de haberles plantado el arma en su domicilio durante el allanamiento en el que resultó arrestado. Su abogado defensor, Marcos Cella, pidió que la fuerza santafesina sea apartada de la investigación y que ésta sea conducida por “un organismo con una completa asepsia”. “Mi más profundo deseo es que se sepa que pasó para demostrar la inocencia de Lucas”, aseguró.
En diálogo con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2, el letrado explicó que al momento del operativo su cliente se encontraba en su vivienda de zona norte, cumpliendo con su arresto domiciliario. Tras el incendio en la alcaidía de abril pasado, Lucas había sufrido graves quemaduras por lo que se le otorgó un permiso para completar su sentencia por tentativa de robo en su hogar.
“Nunca salió de su casa”, enfatizó Cella e indicó que la familia de Lucas dio fe de ello. Entonces, para el abogado, tras el ataque y “la necesidad imperiosa de dilucidarlo, (la policía) salió a tontas y a locas” y su cliente quedó en el medio.
En tal sentido, sostuvo que fue “imprudente” endilgarle al joven de 22 años el episodio sin medios que pudieran probarlo y aclaró que al muchacho se le abrió una causa por portación de arma únicamente, es decir, desde el Juzgado Nº 5 aún no lo implicaron oficialmente en el atentado.
De todos modos, Lucas negó ser el portador de la Bersa 9 mm y del cargador de ametralladora FM K3. En su declaración aseguró que fue la propia policía quienes durante el allanamiento del lunes introdujeron las armas a su casa.
Por tal motivo, Cella solicitó que la policía se aparte del caso y que la investigación la conduzca otro organismo. Adelantó que pedirá la excarcelación del joven.
Según recordó El Ciudadano, luego de la balacera contra la casa del gobernador, la policía llevó adelante diez allanamientos de los que resultaron cuatro detenciones, seis personas demoradas y la captura de ocho armas, de las cuales cinco eran escopetas y tres pistolas, así como un cargador de ametralladora FM K3. Lucas había quedado detenido porque se le encontraron armas de igual calibre que las utilizadas en el tiroteo.
Sin embargo, los peritajes continuaban aún para demostrar si las armas incautadas fueron utilizadas o no durante el ataque.
En diálogo con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2, el letrado explicó que al momento del operativo su cliente se encontraba en su vivienda de zona norte, cumpliendo con su arresto domiciliario. Tras el incendio en la alcaidía de abril pasado, Lucas había sufrido graves quemaduras por lo que se le otorgó un permiso para completar su sentencia por tentativa de robo en su hogar.
“Nunca salió de su casa”, enfatizó Cella e indicó que la familia de Lucas dio fe de ello. Entonces, para el abogado, tras el ataque y “la necesidad imperiosa de dilucidarlo, (la policía) salió a tontas y a locas” y su cliente quedó en el medio.
En tal sentido, sostuvo que fue “imprudente” endilgarle al joven de 22 años el episodio sin medios que pudieran probarlo y aclaró que al muchacho se le abrió una causa por portación de arma únicamente, es decir, desde el Juzgado Nº 5 aún no lo implicaron oficialmente en el atentado.
De todos modos, Lucas negó ser el portador de la Bersa 9 mm y del cargador de ametralladora FM K3. En su declaración aseguró que fue la propia policía quienes durante el allanamiento del lunes introdujeron las armas a su casa.
Por tal motivo, Cella solicitó que la policía se aparte del caso y que la investigación la conduzca otro organismo. Adelantó que pedirá la excarcelación del joven.
Según recordó El Ciudadano, luego de la balacera contra la casa del gobernador, la policía llevó adelante diez allanamientos de los que resultaron cuatro detenciones, seis personas demoradas y la captura de ocho armas, de las cuales cinco eran escopetas y tres pistolas, así como un cargador de ametralladora FM K3. Lucas había quedado detenido porque se le encontraron armas de igual calibre que las utilizadas en el tiroteo.
Sin embargo, los peritajes continuaban aún para demostrar si las armas incautadas fueron utilizadas o no durante el ataque.