El verano está a días y con él, la posibilidad de pensar en unas vacaciones en cualquier parte. En el caso de que el destino elegido requiera –por necesidad u opción– un vuelo, los “expertos” sugieren elegir el horarios de la mañana.

Desde la revista Travel and Leisure, señalan que los vuelos tempraneros ofrecen menos obstáculos a la hora de llegar a destino.

¿Por qué? En comparación con los vuelos de tarde y noche, hay menos posibilidades de que los previstos a primera hora experimenten retrasos.

Las demoras suelen empezar alrededor de las 8 de la mañana cada día y empeoran con el correr de las horas. Y la principal razón es el tráfico aéreo.

En la madrugada, es menos probable que haya mucho tráfico ya que todos los vuelos de la noche anterior habrán aterrizado, explican desde el citado medio.

Y aún más: no hay tanta turbulencia cuando volás temprano.

Asimismo –y es muy probable que te haya pasado– a menudo los vuelos a primera hora son más baratos que otros porque las personas prefieren dormir antes que irse al aeropuerto de madrugada.

Entonces, esto se traduce en menos gente en el embarque y las zonas de seguridad.

Y si al vuelo barato le sumás el ahorro de una noche de hotel o hostel, podés usar ese dinero para comprarte algo en el free shop que no tenías pensado.