A propósito de una denuncia de una mujer que aseguró haber recibido billetes falsos en el Banco Piano SA –publicada en
Rosario3.com la semana pasada–, la entidad salió a aclarar que “entrega dinero legítimo a sus clientes, siendo enteramente errado que se le haya dado a una jubilada moneda apócrifa” en la sucursal de Zeballos 1680.
“Todas las cajas de las dos dependencias que Banco Piano SA posee en la ciudad cuentan con un sistema de video digital que permite identificar el número de documento de los clientes y, en lo que aquí interesa, la numeración de cada uno de los billetes que se entregan, en cada operación”, sostiene el comunicado firmado por Fernando Sosa, coordinador general de los Centros de Pago.
“Tampoco responde a la realidad que la persona mencionada en la referida nota haya cobrado su haber en una caja y luego recurrido a la contigua para abonar impuestos”, agrega.
En su denuncia en la Fiscalía en turno, la jubilada había dicho que tras cobrar la jubilación en la entidad quiso pagar con parte de ese dinero impuestos en otra caja y no se lo permitieron porque los billetes eran falsos.
“El Banco cuenta con una batería de medidas de seguridad y elementos comunicacionales para los señores clientes, a fin que se resguarden de conductas inescrupulosas que suceden fuera de nuestras dependencias y, asimismo, para que realicen todas las consultas que necesiten. Entre las medidas adoptadas, podemos detallar: el sistema de video digital antes apuntado; el dispositivo de luz ultravioleta, ubicado en todas y cada una de las cajas sobre la ranura por la que se pasan los billetes al cliente; la existencia de grandes carteles –también distribuidos en forma de volantes– exhortando a los clientes a controlar en la propia caja la cantidad y calidad de los billetes e informando que nuestro personal se encuentra a su entera disposición; la existencia de adhesivos amarillos (visibles) pegados en el frente de las cajas, donde se sugiere a los señores clientes que memoricen los últimos dos números de cada billete; la transmisión –en los televisores instalados en las Dependencias– de un video institucional, producido por Banco Piano SA, donde pueden verse imágenes que explican detalladamente las características y medidas de seguridad que permiten verificar la autenticidad de los billetes”.
Para Banco Piano hay que buscar en otro lado para detectar de dónde pueden provenir billetes falsos en manos de los jubilados. “Por su merodeo en zonas aeroportuarias, financieras, terminales de ómnibus y sitios afines, los propios medios han informado reiteradamente respecto de organizaciones o personas que, bajo la fachada de choferes de automóviles de alquiler, cambian a los jubilados billetes auténticos por apócrifos”, sostiene el comunicado. Y cita varias noticias que consignan casos sobre taxistas que le entregan billetes apócrifos a pasivos.
El comunicado recuerda que “la propia Administración Nacional de la Seguridad Social (Ansés) se ocupó del flagelo en Diario del Jubilado, periódico que edita, del 3 de mayo”. “Bajo el título “Cuidado con los amigos de lo ajeno”, apartado “Billetes Falsos” expresa: «Esta modalidad delictiva se da sobre todo en los centros de pago, dado que todos los clientes son jubilados»”. La nota mencionada advierte a los jubilados que “al salir, si abordan un taxi y, al abonar el viaje, el taxista les dice que el billete es falso y lo invita a que le muestre el resto del dinero que acaba de cobrar, no deben entregar el dinero dado que el conductor podría aprovechar esa situación para cambiar la totalidad de los billetes (legítimos) por falsos”.
“En síntesis, Banco Piano SA opera con dinero de curso legal y auténtico, mantiene procedimientos de control interno y ofrece a los clientes métodos eficaces de contralor del numerario en el momento del pago, los nutre con sobre las características que deben verificar en los billetes y los previene de maniobras delictivas de público conocimiento”, concluye el comunicado.
“Todas las cajas de las dos dependencias que Banco Piano SA posee en la ciudad cuentan con un sistema de video digital que permite identificar el número de documento de los clientes y, en lo que aquí interesa, la numeración de cada uno de los billetes que se entregan, en cada operación”, sostiene el comunicado firmado por Fernando Sosa, coordinador general de los Centros de Pago.
“Tampoco responde a la realidad que la persona mencionada en la referida nota haya cobrado su haber en una caja y luego recurrido a la contigua para abonar impuestos”, agrega.
En su denuncia en la Fiscalía en turno, la jubilada había dicho que tras cobrar la jubilación en la entidad quiso pagar con parte de ese dinero impuestos en otra caja y no se lo permitieron porque los billetes eran falsos.
“El Banco cuenta con una batería de medidas de seguridad y elementos comunicacionales para los señores clientes, a fin que se resguarden de conductas inescrupulosas que suceden fuera de nuestras dependencias y, asimismo, para que realicen todas las consultas que necesiten. Entre las medidas adoptadas, podemos detallar: el sistema de video digital antes apuntado; el dispositivo de luz ultravioleta, ubicado en todas y cada una de las cajas sobre la ranura por la que se pasan los billetes al cliente; la existencia de grandes carteles –también distribuidos en forma de volantes– exhortando a los clientes a controlar en la propia caja la cantidad y calidad de los billetes e informando que nuestro personal se encuentra a su entera disposición; la existencia de adhesivos amarillos (visibles) pegados en el frente de las cajas, donde se sugiere a los señores clientes que memoricen los últimos dos números de cada billete; la transmisión –en los televisores instalados en las Dependencias– de un video institucional, producido por Banco Piano SA, donde pueden verse imágenes que explican detalladamente las características y medidas de seguridad que permiten verificar la autenticidad de los billetes”.
Para Banco Piano hay que buscar en otro lado para detectar de dónde pueden provenir billetes falsos en manos de los jubilados. “Por su merodeo en zonas aeroportuarias, financieras, terminales de ómnibus y sitios afines, los propios medios han informado reiteradamente respecto de organizaciones o personas que, bajo la fachada de choferes de automóviles de alquiler, cambian a los jubilados billetes auténticos por apócrifos”, sostiene el comunicado. Y cita varias noticias que consignan casos sobre taxistas que le entregan billetes apócrifos a pasivos.
El comunicado recuerda que “la propia Administración Nacional de la Seguridad Social (Ansés) se ocupó del flagelo en Diario del Jubilado, periódico que edita, del 3 de mayo”. “Bajo el título “Cuidado con los amigos de lo ajeno”, apartado “Billetes Falsos” expresa: «Esta modalidad delictiva se da sobre todo en los centros de pago, dado que todos los clientes son jubilados»”. La nota mencionada advierte a los jubilados que “al salir, si abordan un taxi y, al abonar el viaje, el taxista les dice que el billete es falso y lo invita a que le muestre el resto del dinero que acaba de cobrar, no deben entregar el dinero dado que el conductor podría aprovechar esa situación para cambiar la totalidad de los billetes (legítimos) por falsos”.
“En síntesis, Banco Piano SA opera con dinero de curso legal y auténtico, mantiene procedimientos de control interno y ofrece a los clientes métodos eficaces de contralor del numerario en el momento del pago, los nutre con sobre las características que deben verificar en los billetes y los previene de maniobras delictivas de público conocimiento”, concluye el comunicado.


