Primero supo sufrir, luego andar y hoy delira. No es para menos, Provincial consiguió el tan ansiado ascenso, o mejor dicho, el retorno tan esperado. Un Salvador Bonilla que ayer fue testigo de grandes glorias de la Liga Nacional, volvió a florecer.

Si bien CAOVA fue siempre el que estuvo liderando en la segunda fase, el equipo del Parque Independencia demostró en su casa y a domicilio que fue un justo campeón, ya que luego de haber perdido los dos juegos en la primera fase ante el Funebrero, se repuso, tuvo su chance y no la dejó escapar. “El tren pasa una sola vez”, y el Rojo se subió para no verlo pasar nuevamente. Obtuvo dos triunfos por veinte puntos ante el otro enorme animador del año en la segunda categoría, y candidato a conseguir el segundo ascenso.

Pero el campeón siempre es uno solo y los dirigidos por Roig lo fueron de menor a mayor. Porque si bien no lograron amalgamar bien el equipo en la primera fase, sí lo lograron en la etapa más importante del certamen.

Provincial dio la vuelta olímpica con justicia. Ellos y CAOVA hicieron todo para conseguirlo, pero sólo uno lo pudo hacer y el Rojo se lo arrebató una fecha antes, y lo ratificó durante los cuarenta minutos ante Saladillo. Seguramente el festejo seguirá por horas, por días, por meses hasta la pretemporada del año entrante. Pero claro, esa previa será nada y nada menos que el retorno a Primera de una institución histórica para el básquet local. Los pibes y los viejos, escribieron una página inolvidable.

Fuente: www.rosariodeportes.com