El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, expulsará del gobierno a los funcionarios de "ideología comunista", revisará los "movimientos inusuales" de recursos detectados en los últimos días de la gestión de su antecesor, Michel Temer, y pondrá en venta inmuebles del Estado que considera innecesarios, se informó este jueves oficialmente.

"La sociedad dijo basta a las ideas socialistas y comunistas que en los últimos 30 años nos llevaron al caos actual", declaró el ministro de la Presidencia, Onyx Lorenzoni, en una conferencia de prensa después de la primera reunión del Consejo de Gobierno en Brasilia.

El Consejo de Gobierno está formado por el presidente, el vicepresidente y los 22 ministros del gabinete. Este jueves sesionó por primera vez después de la asunción de Bolsonaro, el martes pasado.

"No tiene sentido tener un gobierno como el que tenemos ahora con personas que defiendan otras ideas u otra forma de organización de la sociedad", añadió Lorenzoni para reafirmar los argumentos sobre los que se basará la identificación y destitución de funcionarios de ideología comunista.

Durante toda la campaña electoral, e incluso en su discurso de asunción, Bolsonaro hizo explícito su rechazo a las ideas socialistas o comunistas.

"Nuestra bandera jamás será roja"; "Vamos a barrer del mapa a los rojos"; "Liberaremos a Brasil del socialismo", exclamó el presidente que encabezará el primer gobierno de ultraderecha elegido en las urnas en la historia del país.

Lorenzoni se encargó también de confirmar la orden de Bolsonaro para que sean revisados los gastos efectuados durante los últimos días de la gestión de Temer.

"Ha habido un movimiento inusual de recursos destinados a ministerios en los últimos días del año pasado y se pidió a todos los ministros que revisaran la carpeta por las transferencias de personal y sobre el movimiento financiero de los últimos 30 días", amplió.

Este miércoles, la ministra de Mujeres y Derechos Humanos, Damas Alves, decidió suspender un millonario contrato con la Universidad Federal Fluminense (UFF) para la elaboración de un proyecto de apoyo institucional que, según aseguró, "no fue firmado por medio de un proceso licitatorio tradicional y de competencia, sino por una contratación directa entre los dos órganos federales".

Horas antes de la ceremonia de asunción del nuevo gobierno, se había informado que Bolsonaro tenía la intención de poner bajo revisión todas las medidas adoptadas en los últimos 60 días de la administración de Temer.

Por otra parte, el Consejo de Gobierno decidió que cada ministerio deberá hacer un inventario de todos los inmuebles de su propiedad, con la idea de poner a la venta a todos aquellos que el gobierno considere innecesarios.

"Las primeras informaciones dicen que el Estado tiene cerca de 700.000 inmuebles" en todo el país, "lo que causa gastos inmensos de mantenimiento", indicó Lorenzoni.

Agregó que el nuevo gobierno recibió reportes de ministerios que, pese a contar con predios propios, "alquilan otros espacios, lo cual no tiene ningún sentido" e infla un gasto público que el presidente Bolsonaro está decidido a reducir.

Lorenzoni anunció también que en la próxima semana el ministro de Economía, Paulo Guedes, presentará formalmente un proyecto para la reforma del sistema previsional que el gobierno considera como uno de los ejes centrales de su programa.

"Vamos a hacer la reforma y punto", subrayó el ministro.