No pudo ser, y una vez más la selección vuelve al país con la cara larga. Y el dolor es grande, porque de nuevo fue Brasil el verdugo y porque en la previa nada indicada que esta Copa América se le podía escapar a Argentina. Pero el equipo de Alfio Basile no fue el mismo en la final que se jugó en Maracaibo y se vio superado claramente por los de Dunga, que se impusieron por 3-0. Fue con goles de Julio Baptista, Roberto Ayala en contra y Daniel Alves. De esta manera, los albicelestes no pudieron vengar lo sucedido en la anterior edición del certamen, en Perú, ni ubicarse al tope de los ganadores históricos de la Copa con 15 títulos.

El partido no comenzó bien para los dirigidos por Alfio Basile, ya que al minuto 3, cuando ni siquiera los equipos se habían acomodado en la cancha, Argentina perdió una pelota en el medio y ésta le llegó a Julio Baptista en el área. El delantero se sacó de encima a Ayala con un enganche para adentro y le pegó con clase por arriba de Roberto Abbondanizeri, para ponerla en un ángulo y marcar el 1-0.

Fue un sacudón para la selección albiceleste, que salió decidida a empatar el partido aunque sin desesperarse, fiel a su estilo. Y la respuesta llegó a los 8, con una jugada individual de Lionel Messi por izquierda que terminó en los pies de Riquelme. El volante remató de izquierda pero el balón se estrelló contra un palo.

Argentina seguía inquietando con algunas pelotas paradas –tiros libres y corners– en los pies del Román, pero faltaba el que la empuje para marcar el empate.

Pero Brasil preocupaba cuando se disponía a atacar a través de las subidas de Maicon, quien primero probó de afuera y obligó al Pato a sacarla por un costado, y al rato desbordó y metió un centro atrás que cerró justo Javier Zanetti.

El partido comenzó a hacerse de ida y vuelta. Ahora era Tevez el que más insistía en el frente de ataque argentino, pero pocas veces pudo superar la celosa marca de Alex, que hasta se ganó una amarilla por bajarlo cera del área.

Riquelme tuvo, a los 34, otra clarísima chance para igualar. Esta vez le quedó para la derecha y el conductor argentino definió de primera, pero Doni se estiró y de manera espectacular desvió el remate cuando todos ya lo veían adentro.

Y las que no entran en un arco, suelen lamentarse en el otro… y así fue, ya que cinco minutos más tarde el equipo de Dunga, que ya había tenido un par de contraataques peligrosos, llegó con Daniel Alves –reemplazó a Elano, lesionado– por derecha. El volante metió un centro que Ayala restó mal, mandando la pelota al fondo del arco de un Abbondanzieri que no lo podía creer.

Argentina era pura impotencia. Para colmo, Javier Mascherano, quien debió padecer el buen juego brasileño donde comenzaba a originarse, cometió un par de faltas sobre el final del primer tiempo y fue amonestado.

Así las cosas, a Argentina le quedaban 45 minutos para intentar revertir o al menos nivelar la historia, para poner justicia al desarrollo del partido y sobre todo del un campeonato que lo tuvo como principal protagonista por juego y resultados.

Pero los de Basile nunca fueron los mismos que venían jugando el torneo. Riquelme, Tevez y Messi estuvieron siempre anulados por la defensa del Scratch y casi no aparecieron. Tampoco Pablo Aimar ni Lucho González, que ingresaron respectivamente por Cambiasso y Verón.

El elenco argentino intentaba inclinar la cancha y Brasil lo esperaba, pero muy abroquelado atrás. Y todos los intentos para vulnerar su defensa, en su mayoría por aire buscando un cabezazo salvador, eran rechazados casi de manera automática por los altos zagueros verdeamarelos.

Hasta que en el minuto 23, los pentacampeones del mundo le bajaron la persiana a la final en el “Pachencho” Romero con un buen contraataque en el que Vagner Love habilitó perfectamente a Alves, que definió cruzado ante la salida de Abbondanzieri.

Para Argentina sólo quedó algún tiro libre de Riquelme que se fue alto, o un gol de Messi mal anulado por posición adelantada, pero que de ninguna manera incidió en el resultado final. Incluso, los de Dunga pudieron ampliar el marcador con otra contra que Vagner Love, de buen partido, definió afuera.

Así, entre la resignación de Argentina, que ya no atacaba, y la firmeza de Brasil, se diluyeron los minutos que le quedaban al partido y la alegría fue, una vez más, brasileña.

A Basile se le rompió el invicto en copas América –en partidos y campeonatos ganados–, Argentina sigue –al igual que Uruguay– con 14 títulos y la verdeamarela suma 8. Algunos números que se desprenden de la frustración de todo un país que se preparaba para festejar luego de 14 años sin alegrías pero que debe conformarse sólo con la idea de que se formó un gran equipo y que promete crecer.

Síntesis

Argentina: Roberto Abbondanzieri; Javier Zanetti, Roberto Ayala, Gabriel Milito y Gabriel Heinze; Juan Sebastián Verón, Javier Mascherano y Esteban Cambiasso; Juan Román Riquelme; Carlos Tevez y Lionel Messi. DT: Alfio Basile.

Brasil: Doni; Maicon, Juan, Alex y Gilberto; Mineiro, Josué, Elano y Julio Baptista; Robinho y Vagner Love. DT: Dunga.

Goles en el primer tiempo: 3’ Julio Baptista (B) y 40’ Roberto Ayala, en contra (B).
Gol en el segundo tiempo: 23’ Daniel Alves (B).

Cambio en el primer tiempo: 33’ Daniel Alves por Elano.
Cambios en el segundo tiempo: 13’ Pablo Aimar por Esteban Cambiasso, 21’ Luis González por Juan Sebastián Verón, 44’ Fernando por Vágner Love y 45’ Diego por Robinho.

Estadio: José Encarnación “Pachencho” Romero (Maracaibo)

Árbitro: Carlos Amarilla (Paraguay), asistido por Walter Rial (Uruguay) y Luis Sánchez (Venezuela)