Brasil goleó este domingo a España por 3-0 en la esperada final de la Copa Confederaciones y se consagró en el Maracaná de Río de Janeiro, escenario que hasta aquí marcó la mayor frustración histórica de la selección verdeamarela con la recordada derrota de 1950, ante Uruguay en el encuentro final de aquel Mundial.
El equipo de Luiz Felipe Scolari se impuso ante los campeones del mundo de 2010 con dos tantos de Fred –madrugó en el primer minuto de cada tiempo–y un golazo de Neymar, el 2-0 transitorio en la etapa inicial.
A los de Vicente Del Bosque les salió todo mal en la definición del certamen: además de la goleada en contra, Sergio Ramos tiró un penal afuera cuando todavía había tiempo para buscar una recuperación, y Gerard Piqué se fue expulsado por una patada a Neymar, su nuevo compañero en el Barcelona.
La afición brasileña inundó desde temprano las inmediaciones del estadio Maracaná de Río de Janeiro. Vestidos con la casaca de la selección, arropados con banderas, miles de hinchas tiñeron con los colores nacionales de Brasil las calles aledañas del mítico estadio.
Brasil llegó a la final luego de ganar su grupo y derrotar a Uruguay en semifinales, mientras que España hizo lo propio en su zona y luego eliminó a Italia para acceder a la gran definición.
Máxima seguridad
Un contingente de 10.600 policías y 7.400 militares de apoyo protegió la final de la Copa, que fue también el culmen de una ola de protestas durante partidos de fútbol en pro de mejores servicios públicos en el país.
El tamaño del despliegue quedó claro en comparación con los 5.646 agentes que patrullan usualmente las calles de las ciudades de Río de Janeiro y Niterói, que están unidas por un puente y donde viven unos 7 millones de habitantes.
Dentro del estadio hubo otros 1.300 guardias privados, después de que el Comité Organizador Local (COL) de la Copa anunciara un aumento de los efectivos.
Quien no estuvo presente fue la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ya que su agenda no previó "compromisos oficiales" para este domingo.
Italia, tercero
Italia, subcampeón de la Eurocopa 2012, venció más temprano 3-2 a Uruguay por penales, luego de haber igualado 2-2 tras los 120 minutos del partido y se adjudicó el tercer puesto de la Copa FIFA Confederaciones jugado en el estadio Arena Fonte Nova, de Salvador de Bahía.
El italiano Davide Astori abrió el marcador a los 24 minutos de la primera etapa, mientras que el uruguayo Endinson Cavani puso el empate transitorio a los 28 del segundo tiempo. Al rato Alessandro Diamanti metió el 2-1 para los azzurros y Cavani volvió a convertir para el Charrúa, decretando el 2-2 final.
Por penales, los italianos se impusieron por 3-2.