El cantautor Cacho Castaña y Marina Rosenthal oficializaron la relación que llevaban desde 2012 este miércoles al mediodía en el Café La Humedad, ante la presencia del jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodrí­guez Larreta, quien ofició de juez de paz.

"Me llamó Cacho para que lo case, casi me muero. Tenemos una relación desde hace tiempo, además él hace cosas con nosotros y participó en varios espectáculos que hicimos. No me imaginé esta responsabilidad", sostuvo Larreta antes de ingresar al salón, y añadió: "Cacho es un símbolo de la ciudad".

La ceremonia íntima tuvo 140 invitados entre los que se destacaron la actriz Graciela Borges; el abogado Fernando Burlando; el doctor Alfredo Cahe; la cantora Adriana Varela, testigo de la boda; Guillermo Cóppola y Alfio Basile, quienes bendijeron los anillos.

Luego de la llegada de la pareja al Café la Humedad de Castaña, se interrumpió el tránsito de la calle Carlos Calvo, entre Alberti y Saavedra, del barrio de San Cristóbal, donde actualmente se ubica el bar teatro que inauguró "Cacho" el pasado 12 de junio, en su cumpleaños, y que este mediodía se llenó de personas y seguidores que quisieron presenciar el acontecimiento.

Este galán todoterreno, de 74 años, y Rosenthal, 34 años menor que él, comenzaron su relación en 2012, y desde ese momento ella, psicóloga y actual Directora de Operaciones Comerciales de una firma cafetalera de Mar del Plata, estuvo a su lado en los momentos más difíciles de salud. 

Tras dar el sí, Rosenthal, con un sencillo pero elegante largo vestido blanco, se acercó a la puerta de Café la Humedad y brindó unas declaraciones a la prensa: "Estamos felices. Seguramente el fin de semana nos vayamos de viaje de luna de miel. Lo amo y le agradezco a Cacho todos los días por hacerme tan feliz".

Durante la ceremonia, el flamante matrimonio también estuvo acompañado por otras personalidades como Alejandro Lerner, Oscar González Oro, Jorge "Cacho" Fontana, Palito Ortega, Héctor "Bambino" Veira, Evangelina Salazar y el diseñador Roberto Piazza, y quienes no pudieron asistir se hicieron presentes con imponentes ramos de flores, como fue el caso de Mirtha Legrand.

"Que disfrute y que sea recontra feliz que se lo merece, es un amigazo. Uno de los últimos piratas que quedan", expresó Cóppola con humor. Por su parte, Alfio "Coco" Basile enfatizó: "Hay que celebrar el amor. Ella le salvó la vida, estuvo todo el tiempo con él".

"Lo quiero con una ternura infinita y estoy alegre porque sé que él está feliz. Le deseo que empiece la mejor etapa de su vida porque ha vivido tantas cosas y realmente hoy es una persona diferente. Cacho siempre fue tranquilo pero no tuvo suerte y tuvo muchos amores, fue buen novio, buen amigo pero a veces te separa la vida", indicó Mónica Gonzaga, quien compartió con él varios años.

En cuanto al catering, gourmet y novedoso, constó de platos fríos entre bruschettas con tomates disecados, jamón crudo y diferentes tipos de salmón, y entre las variedades calientes sobresalieron los kipe, bollos de verdura y milanesitas. En tanto, el plato principal fue parmigiana de berenjenas con rúcula y tomates confitados, y para beber, una selección de vinos costosos.

Aparte de los tradicionales platos dulces, el pastel de casamiento, de color dorado, con poco más de 20 kilos y cerca de 80 centímetros de alto distribuidos en cuatro pisos y sobre una base de espejos, estuvo decorado con rosas de chocolate, dijes dorados, notas musicales y, por supuesto, los novios de porcelana italiana en la parte superior, el piso del que se desprendieron las 27 cintas.