Años de entranamiento y sacrificio dieron sus frutos: el español Juan David Cano, de 26 años, fue proclamado campeón del mundo... de lanzamiento de carozos de aceituna. El "atleta" alcanzó una impresionante distancia de 17,02 metros, con la que estuvo muy cerca de superar el récord mundial, impuesto en 1998 por Mariano Martínez Béjar que lanzó a 21,32 metros.

Detrás de Cano, que participó de un encuentro en Murcia, quedó otro español. Manuel Morato fue el ganador en Nueva York, donde celebró el concurso de forma simultánea. La medalla de plata hizo un lanzamiento envidiable de 15,40 metros.

La XI Edición del concurso de lanzamiento de carozos de aceitunas convocó a cerca de 300 personas: 230 participantes en España y otros 80 en el Central Park de Nueva York.

Según el presidente de la Asociación Amigos de las Oliveras, José María Martínez, no fue fácil organizar el concurso en pleno Central Park, ya que las normas exigen que los carozos deben ser de aceitunas de Cieza, en la región de Murcia, de la variedad mollar. Para enviar el producto a los Estados Unidos dijo que "hubo que hacer un documento que acreditamos que no éramos bioterroristas. Así pudimos enviar las aceitunas". "Tuvimos, además, la suerte de que llegaron dos días antes del conato aquel de atentado que hubo, que si no lo mismo no hubieran entrado", agregó Martínez.

El primero en lanzar en el Huesódromo de Cieza fue Juan Antonio Abellán, cuya técnica, según explicó, consiste en "escupir muy fuerte contra el suelo y que rebote el carozo y sale todo disparado". Si escupes bombeado, está perdido", mientras que para Esperanza Luján, otra participante, "el truco es pelar bien el carozo para que puda girar más", señaló.

El más veterano y que ha realizado el saque de honor ha sido Antonio Hurtado, de 85 años, que ha acudido al recinto con anteojos, un sombrero y una cadena con medalla hechas de carozos de aceitunas. La aceituna de Cieza goza de un importante reconocimiento y se le da el nombre de la ciudad porque sólo es aquí en donde la variedad mollar se cría desde tiempos ancestrales.

Fuente: EFE