Un bebé de 24 semanas que había sido dado por muerto en un hospital paraguayo estaba a punto de ser enterrado cuando su padre se dio cuenta de que continuaba vivo.

Según publica BBC News, el padre del niño, José Alvarenga descubrió que su hijo estaba vivo después de escucharlo llorar cuando se encontraba en la pequeña caja en la que iba a ser desplazado a su entierro.

Los médicos se defienden diciendo que "su pulso era tan bajo que no pudo detectarse"