Un estudio a cuatro años realizado en Francia sugiere que el riesgo de sufrir una caída sería 1,4 veces superior en los adultos mayores que usan benzodiacepina de acción prolongada que en los hombres y mujeres de la misma edad que no consumen ese tipo de medicamentos contra la ansiedad.
El equipo de Annick Alperovitch, de INSERM, en París, halló también un aumento moderado del riesgo de sufrir caídas en los ancianos que habitualmente toman psicotrópicos, los cuales alteran el estado anímico y la conducta.
Los resultados, publicados en BMC Geriatrics, señalan también un riesgo similar en los adultos mayores que consumen tranquilizantes, relajantes musculares, antiespasmódicos y algunos antihistamínicos que inhiben las respuestas nerviosas (anticolinérgicos).
Los autores evaluaron la relación entre el uso de fármacos potencialmente inadecuados y el riesgo de sufrir caídas en 6.343 hombres y mujeres mayores, de unos 74 años, que vivían en la comunidad.
Definieron "fármacos inadecuados" como medicamentos que pueden tener un efecto mayor en los ancianos que en los más jóvenes y fármacos (solos o combinados) con efectos secundarios (mareos y somnolencias) potencialmente asociados con un aumento del riesgo de sufrir caídas.
Alrededor del 30 por ciento de los participantes dijo que consumía fármacos con esas características. Durante el estudio, el 22 por ciento sufrió dos o más caídas. "El uso de fármacos inadecuados elevó el riesgo de caídas", informó el equipo, y el uso de benzodiacepina de acción prolongada "fue la causa de la mayor parte de ese aumento". Pero a diferencia de los consumidores regulares y ocasionales de ese tipo de fármacos, en los hombres y las mujeres usuarios de benzodiacepinas de acción corta o intermedia no aumentó la incidencia de las caídas.
Por lo tanto, el equipo sostiene que lo más adecuado para los pacientes mayores son las benzodiacepinas de acción corta o intermedia por sobre los ansiolíticos de acción prolongada.
Fuente: Medicina Geriátrica