Con el salto que pegó el dólar, que llegó a los $42 en algunos bancos comerciales y ahora supera los $38 según el Banco Nación, las páginas web bancarias, los servicios de home banking y las apps móviles se vieron afectadas.

Si bien ninguna entidad salió a reconocer los inconvenientes, fuentes técnicas del sector admitieron que tanto bancos comerciales privados –locales y extranjeros– como públicos experimentaron problemas diversos, desde problemas en las operaciones hasta caída total de los sistemas, por la sobrecargas de ingresos. Además, las quejas arreciaron en las redes sociales. Con el correr de las horas, las situaciones puntuales se fueron solucionando.

Desde el punto de vista técnico, las razones para que las web o las aplicaciones fallen pueden ser varias. Fernando Menegazzo, el director de tecnología de NUUP –empresa dedicada a desarrollar soluciones tecnológicas–, explica que hoy tanto los portales con los aplicativos son “API-centric”: esto quiere decir que todos los sistemas se ejecutan llamando a una API, Interfaz de programación de aplicaciones (por su sigla en inglés), que es “un conjunto de subrutinas, funciones y procedimientos (o métodos, en la programación orientada a objetos) que ofrece cierta biblioteca para ser utilizado por otro software como una capa de abstracción” (resume Wikipedia). O sea, son pequeños programas, alojados en un servidor o la nube, a las que “llama” el sistema cuando quiere ejecutar una función.

“Las API son las que hacen el trabajo pero los problemas pueden surgir en lo visual, que puede ser por un inconveniente con el hosting. Todo reside en la «carga», en la cantidad de consultas al mismo tiempo, pero eso no necesariamente impacta en el frontend, es decir, en lo que ve el cliente intentando de usar el sistema”, explicó el especialista con más de 20 años en el sector.