A lo largo de nuestra vida tenemos la posibilidad de mejorar y potenciar las funciones mentales. Según el portal mejorconsalud.com, algunos hábitos o tareas que te pueden ayudar son:

1. Hacer cosas nuevas

El cerebro puede ser un poco “perezoso” al momento de aprender o cambiar aquello que hace de memoria. Entonces, es momento de retarlo para que pueda mejorar y pensar de una manera diferente.

Es tan simple como cambiar un hábito por otro cada día: por ejemplo cepillarnos los dientes con la mano contraria, ponernos el reloj en la otra muñeca, hacer un recorrido diferente para ir al trabajo o cambiar las cosas de lugar en la casa u oficina.

También es recomendable que hagas algo nuevo como aprender un idioma, tocar un instrumento, cocinar recetas exóticas… cualquier modificación es bienvenida.

2. Practicar deporte

Por supuesto que existe una relación entre el ejercicio y la capacidad mental. Cada vez que hacemos deporte nuestro organismo se oxigena y las células cerebrales se alimentan de nutrientes de mejor calidad.

Por lo tanto, para renovar las ideas y sentirte más atento, una rutina en el gimnasio no te vendrá para nada mal 

3. Ser curioso

Cuando somos adultos dejamos de sentirnos atraídos por muchas cosas, tal vez por falta de tiempo o porque estamos ocupados en miles de tareas. Lo recomendable es volver a esa época de niños en que todo llamaba tu atención, desde una mariposa hasta una mancha en el piso.

Busca información nueva y hacete preguntas para cuya respuesta debas investigar:

- ¿Cuál es la capital de tal país?

- ¿Cómo es el símbolo del hierro?

- ¿Cuánto viven las abejas?

- ¿En qué películas trabajo tal actor?

Son preguntas disparadoras que te instan a la búsqueda y a la curiosidad.

4. Memorizar y recordar

El cerebro es un músculo y, como tal, necesita entrenamiento. En la actualidad estamos tan acostumbrados a los aparatos tecnológicos que hacen todo por nosotros que ya no nos preocupamos por recordar un número telefónico, una fecha importante o una dirección.

Empezá por memorizar el teléfono de aquella persona con la que más hablás y luego hacelo más difícil: tratá de aprenderte de memoria los números de todos tus contactos frecuentes.

Otro ejercicio para aumentar el potencial mental consiste en recordar las fechas de cumpleaños de tus seres queridos sin que el Facebook o el calendario te lo avisen. Una vez que te aprendas todos, empezá a guardar más datos: aniversarios, citas con el médico, direcciones, etc.

5. Comer sano

Lo que consumís a diario se traduce en una vida más o menos sana, y no solo a nivel físico, sino también mental.

Si, por ejemplo, al mediodía comes muchos fritos o azúcares, es probable que te sientas aletargado, con pocas ganas de trabajar o cumplir con tus obligaciones. En cambio, si elegís frutas y verduras, frutos secos y legumbres para el almuerzo regresarás a la oficina con otro ímpetu, más concentración y un mejor rendimiento.

6. Pensar en positivo

El estrés, las preocupaciones, la depresión y la ansiedad son emociones que no permiten al cerebro funcionar como corresponde. Si te sentís mal no tendrás la capacidad para trabajar, tener nuevas ideas, ser eficiente o llevarte bien con quienes te rodean.

Por lo tanto, pensar en positivo y ver el lado bueno de la vida es beneficioso para la mente en general y para las neuronas en particular.

7. Leer

Cuando el cerebro no tiene ningún incentivo o pensamiento divertido se atrofia. Ya que para aumentar su potencial debés hacer cosas nuevas, ¿qué tal si empezás por leer varias páginas de un libro al día? Con media hora antes de dormir o al volver del trabajo será suficiente.

En poco tiempo te darás cuenta de cómo mejora no solo tu vocabulario, sino también tu capacidad de escribir sin errores de ortografía y de imaginar nuevos escenarios e ideas.

La lectura potencia el cerebro, ya que este debe hacer un esfuerzo para unir las palabras que van apareciendo e imaginar las situaciones que se van narrando a cada línea.

8. Hacer cuentas manualmente

Otra de las dependencias más habituales de la modernidad es la calculadora. La empleamos incluso para hacer sumas básicas. Esto es contraproducente para tu cerebro, ya que se vuelve perezoso.

Cuando hagas la compra, saques la cuenta de los gastos de la casa, tengas que pagar algún servicio o hacer un presupuesto, mejor utilizá lápiz y papel para los cálculos.

Existen muchas herramientas útiles que sirven para potenciar nuestra mente. Por ejemplo, Twitter ejercita la capacidad de síntesis, los juegos en línea activan ciertos procesos mentales e Internet sacia nuestro apetito por información.