El calor y el costo de la energía no se llevan bien. Menos en los últimos años en los que el precio del servicio eléctrico ha ido en ascenso. Para refrescarse y no llevarse una sorpresa desagradable en el momento en que arribe a casa la factura de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), existe una serie de cuidados que permiten optimizar el consumo.

En diálogo con Rosario3.com, la especialista Daniela Mastrángelo, directora de Innovación Ambiental de la Secretaría de Ambiente y Espacio Público municipal, remarcó la importancia de hacer un uso responsable y eficiente de la energía no sólo a fines de aportar a la preservación del medio ambiente sino que también para cuidar el propio bolsillo. “Proponemos el cuidado de la energía como un componente más de lo que conocemos como consumo responsable”, comenzó.

Consultada sobre cómo lograrlo en la propia casa, sostuvo como primera medida: “En principio hay que detectar si los ambientes que buscamos climatizar están bien cerrados porque aunque se tenga ya sea una acondicionamiento para el frío o el calor, si las ventanas no cierran bien, si hay una pérdida de ese frío o calor hay desperdicio y cuesta lograr un confort térmico”, señaló.

Otra cuestión a tener en cuenta es la presencia de sombras en las inmediaciones de la habitación en cuestión. Si ingresa mucho calor, es importante frenar esa energía a través del uso de cortinas, toldos o bien forestando esa zona. “Las condiciones externas de cada vivienda también influyen a la hora de climatizar un ambiente”, remarcó.

Ahora, ¿es más barato usar ventilador que aire acondicionado o es sólo un mito? Mastrángelo confirmó: “Los ventiladores consumen menos energía que los acondicionadores pero a veces no logran el confort climático si la temperatura externa es elevada. Por ejemplo, en un día muy caluroso en un departamento cerrado, el ventilador sólo movería aire caliente”, sostuvo.

Entonces, lo más efectivo es un aparato de aire acondicionado siempre y cuando cumpla con algunas cuestiones. En primer lugar, es recomendable comprar, aunque cuesten más caros, equipos que estén etiquetado con eficiencia A: “Son más costosos pero ese monto que pagás de más lo recuperás a lo largo de la vida útil del aparato”, observó.

Otro punto importante es el mantenimiento de los equipos: “Es vital para su óptimo funcionamiento, hay que limpiar el filtro, ver que no haya obstrucciones en la manguera porque de lo contrario, estará forzado y dará una peor performance. Lo mismo sucede con los otros electrodomésticos de la casa”, subrayó la especialista.

¿Se ahorra energía y dinero al apagar el aire cuando se enfría el ambiente y volver a prenderlo cuando se calienta? No. Definitivamente, la funcionaria municipal dejó en claro, que es recomendable encender el equipo, colocarlo en una temperatura de 24 grados o más y mantenerlo estable. “No hay que prender y apagar el dispositivo sino optar por una temperatura adecuada que nos permita estar bien y cómodos”, destacó y mencionó en ese sentido: “Los nuevos aparatos tienen sensores que advierten si es necesario o no seguir enfriando un ambiente”.

Otras recomendaciones para ahorrar energía

Mastrángelo señaló que hay diversas formas en las que se pierde energía que luego hay que pagar. Por ejemplo, los aparatos eléctricos consumen energía cuando, conectados al tomacorriente, permanecen apagados. Por lo tanto, hay que desconectarlos cuando no se usan. Tampoco hay que dejar los cargadores de celulares u otros dispositivos enchufados, siempre es mejor guardarlos cuando no estén en uso.

La heladera, un electrodoméstico muy presente en la mayoría de los hogares, es un gran consumidor. Por eso, hay que evitar abrirla y cerrarla continuamente porque eso dificulta su funcionamiento generando más consumo eléctrico. Además, tiene que estar siempre bien cerrada y con sus burletes en condiciones, hay que descongelarla con frecuencia, limpiar la parrilla trasera que debe estar distante de la pared.

Una conducta muy habitual es dejar las luces –optar por las LED– de las habitaciones encendidas cuando las dejamos. Hay que apagarlas siempre al abandonar el ambiente.

Consumo responsable, una política de Estado

Las recomendaciones para cuidar la energía en casas particulares forman parte de las acciones públicas que la Municipalidad de Rosario desarrolla para la ciudad. De acuerdo a lo que mencionó Mastrángelo, se visitan clubes, empresas y organizaciones de la ciudad a fin de promover estas prácticas. Primero, se ejecutan auditorías y luego, se analizan las posibilidades de optimizar el consumo.

El programa de eficiencia energética contempla el reemplazo de manera progresiva de las lámparas blancas de mercurio de 250 w (ya obsoletas) por luminarias amarillas de sodio de alta presión de 150 w. El 80% de las lámparas de la ciudad ya fueron reemplazadas.

En tanto, con la instalación de calefones solares en polideportivos, centros de convivencia barrial y otros ámbitos se aporta al ahorro energético, reducción de gases de efecto invernadero y concientización ciudadana. La iniciativa propone una alternativa para reemplazar los métodos tradicionales de calentamiento de agua para uso sanitario (en duchas, piletas, cocinas y otros dispositivos). Con estos artefactos, además del ahorro energético, se reemplaza a los combustibles fósiles no renovables por energía solar.

Según informaron fuentes oficiales, Rosario se posiciona como el primer municipio del país que genera energía renovable y la inyecta a la red pública, de acuerdo al protocolo de interconexión de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) a través de paneles que se instalaron en el Palacio Municipal y en la Planta de Compostaje y Tratamiento de Residuos. Los mismos fueron donados por la Universidad Nacional de San Martín, la Comisión Nacional de Energía Atómica, y la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica del Mincyt. Además, hay paneles en los seis centros municipales de distrito.

Por otra parte, a través de la ordenanza Nº 8757 se implementan métodos de construcción que reducen hasta un 80% el consumo energético usado para climatizar. Desde 2013, cuando empezó a regir la ordenanza creada a partir del trabajo en comisión de distintas facultades de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y los colegios profesionales, se estableció una obligación progresiva para quienes tramitan permisos de obras. Además del ahorro que significa en materia energética, aplicar estos métodos disminuye las patologías y reduce el mantenimiento de las estructuras.