El hombre condenado a indemnizar con 15 mil pesos por los daños que su perro le produjo a un niño hace cuatro años sostuvo que es exagerado el monto que debe pagar, contó que en su momento le cubrió los gastos de remedios e internación al pequeño y que sospecha que el tío del menor –cuyo tío, que lo acompañaba, parecía estar "ebrio"– molestó al animal, que estaba en el umbral de su casa.

Roberto Barone habló con Radio 2 y estaba realmente afectado por el fallo: "15 mil pesos, no es para tanto", afirmó. El hombre contó que en su momento le pidió "disculpas" al chico mordido por su perro y la familia, además de pagar todos los gastos. Pero que el padre del menor se aprovechó la situación para sacarle dinero, tanto que, dijo, cuando le veía por el barrio, por ejemplo en la parada de colectivos, le gritaba en forma de burla: "Barone, vaya juntando guita". 

El fallo contra Barone, dictado por Tribunal Colegiado Nº 1 de Rosario integrado por María Angélica Rodríguez, Fernando Longhi y Ricardo Juan Netri, se produjo en momentos en que, a partir de un proyecto del concejar Carlos Comi, se debate en la ciudad la posibilidad de que se establezca la obligatoriedad de pagar un seguro por eventuales daños a teceros para quienes posean perros peligrosos.

El hecho se produjo el 25 de agosto de 2002, en momentos en que el menor Brian Ramírez se encontraba paseando con su tío Germán Carranza por calle Benito Juárez a la altura del 1500. En ese momento fue atacado por un perro que se encontraba en el umbral de la puerta de la casa de su dueño, el demandado Roberto Barone.

El tribunal sostiene que “la responsabilidad del dueño de un animal no escapa al principio general que establece el artículo 1.113 del Código Civil, para los supuestos de daños causados por las cosas de que se sirve o están a su cuidado, pues no se debe olvidar que un animal no deja de ser una cosa y como tal susceptible de generar riesgos”.

El demandado sostuvo en Tribunales que el tío del menor estaba acosando al animal cuando se produjo el incidente. Sin embargo, en su declaración ante la Policía había contado que se encontraba en el interior de su casa y vio que mientras su perro se encontraba en el umbral “un sujeto que estaba con un chico se para y comienza a acariciarlo ...”.

Para el tribunal, “siendo así solo cabe concluir que el perro atacó al menor sin una razón aparente causando el daño que hoy se le reclama y por el cual debe responder”.