Una joven sanjuanina de 20 años fue condenada a prisión perpetua por haber asesinado a su bebé recién nacido. El hecho ocurrió el 1 de agosto de 2016, pero la sentencia tuvo lugar este jueves.

Según informó Diario de Cuyo, el bebé midió 55 centímetros y pesó más de tres kilos. De acuerdo al fallo, Irina Carrión lo parió en su casa, lo asfixió y lo metió en un tacho viejo de pintura que después arrojó por una medianera al terreno de un vecino. 

El defensor de Carrión sostuvo durante el proceso judicial que es inimputable por no comprender la criminalidad del acto cometido. "Lo lógico hubiera sido que lo arrojara en el mismo baño y nadie se hubiera dado cuenta. Además tuvo una vida muy difícil, de pobreza, con una familia muy numerosa", explicó el abogado.

El 1 de agosto de 2016, los vecinos de la joven descubrieron un balde con los restos de un bebé que, según el médico forense, llevaba entre 8 y 10 días fallecido. La mujer expresó cuando fue detenida que había quedado embarazada producto de una violación y que en su familia no estaban enterados de nada.