Verdadera conmoción y comentarios de todo tipo causó en Totoras un curioso caso de un bebé que aparentemente había nacido muerto y cuyo cuerpo fue primero enterrado por su familia en el fondo de la casa y tres días después entregado a la policía.

El bebé nació muerto el martes pasado, según la denuncia de la familia, en un “parto espontáneo” en la propia casa y la madre es una chica discapacitada de 21 años. El cuerpo fue enterrado en el fondo “para que no se enterara el resto” del grupo familiar, pero tres días martes la mamá de lo joven discapacitado decidió desenterrarlo y llevar el cadáver a la comisaría.

La jueza a cargo del caso, la cañadense Ana María Bardone, ordenó que se le realice una autopsia en el Instituto Médico Legal, cuyos resultados aún se desconocían, para comprobar si efectivamente nació muerto.

Por su parte, Miguel Feldman, titular de la Unidad Regional X, dijo a Radio 2 que el bebé era fruto de una relación consentida de la joven discapacitada con su ex novio, del que se separó hace un tiempo, y negó –a partir del examen realizado por los médicos forenses– que haya habido violación.