Barajar y dar de nuevo. La idea de reunir tanto a las empresas constructoras, los vecinos damnificados por éstas y las diferentes áreas estatales involucradas es –de acuerdo a su impulsor, el concejal Jorge Boasso– una alternativa para frenar la serie de denuncias por daños ocasionados en torno a las obras de construcción, que en 2006 alcanzaron las 1.700, de acuerdo a la dirección de Obras Particulares municipal.

“Se trata de una audiencia pública en la que estén presentes todos los protagonistas del llamado boom de la construcción que es bienvenido por sus efectos positivos pero está causando graves perjuicios a los vecinos de la ciudad”, explicó el edil. Este proyecto tiene el visto bueno de la totalidad de las comisiones y de no mediar complicaciones, podría efectivizarse durante la segunda quincena de marzo.

La iniciativa promueve el diálogo entre los vecinos, la Secretaría de Planeamiento, la Secretaría de Planeamiento, la Dirección de Obras Particulares, las facultades y colegios de Arquitectura e Ingeniería y los particulares que han sufrido roturas o daños en sus viviendas, han soportado ruidos excesivos por fuera de un horario razonable o han tenido problemas en la circulación a causa de una obra de construcción lindera a su vivienda.

“Si tenemos en cuenta que este año ya se han entregado 1.500 permisos para construir, es necesario pensar que debemos poner de acuerdo a las partes en cuanto a normas de convivencia porque la problemática tiende a profundizarse”, apuntó el concejal radical.