Este lunes comienza una semana clave para definir una serie de conflictos que combinados, pueden poner en jaque a todo el sistema de transporte de la ciudad. La línea municipal de colectivos, la Semtur, con un cuarto de la flota del servicio todavía no definió si pagará el aumento del 20 por ciento a los choferes, quienes ya advirtieron que realizarán medidas de fuerza si esto no ocurre. Por otro lado, los taxistas exigen mayor seguridad y esta semana tendrán varias reuniones con autoridades locales y provinciales, y si éstas no conforman, irían al paro. Al menos la Municipalidad pudo desactivar el conflicto con los maleteros de la terminal, que amenazaron con bloquear el ingreso a la estación para exigir la construcción de garitas para resguardarse del frío y de la lluvia. Los maleteros, nucleados en una cooperativa, se reunieron con los directivos de la terminal y finalmente se acordó la construcción de una garita y el cerramiento del túnel de ingreso. El miércoles se harían los trabajos, según les prometieron. Colectivos Los primeros en decretar el estado de alerta y amenazar con un paro fueron los 300 choferes de la empresa municipal de transporte Semtur. Si bien el viernes que pasó vencía el plazo que los delegados de esa firma impusieron para pagar el nuevo aumento para los choferes (un 20 por ciento que complementa al 16 ya otorgado), la Intendencia insistió en que aún no hay una decisión tomada. “Lo estamos analizando. El aumento recién se efectivizará en agosto así que tenemos tiempos para resolver la cuestión”, dijo la secretaria de Servicios Públicos local, Clara García. Días atrás todas las empresas de transporte, menos la Semtur, firmaron el acuerdo con la Unión Tranviarios Automotor (UTA) para completar el aumento del 36 por ciento que consiguió el gremio a nivel nacional y que llevará el sueldo de los choferes a 2.300 pesos. La estrategia municipal es que los fondos necesarios para pagar ese aumento los aporte la Nación a partir de una redistribución del subsidio que destina al transporte y que hoy favorece claramente a Buenos Aires y su conurbano. De hecho, el intendente Miguel Lifschitz encabezará una reunión de la Federación Argentina Municipal (FAM) con el presidente Néstor Kirchner para discutir este punto. "Pero aún no hubo respuesta desde la Nación", explicó Clara García, que dejó en claro que por ahora la Municipalidad patea la pelota para adelante. Tacheros y maleteros Por otro lado, tanto el representante de la Asociación de Titulares de Taxis Independientes (Atti), Mario Cesca, como Horacio Boix, del Sindicato de Peones de Taxis, no descartaron que esta semana se inicie una medida de fuerza ante la falta de avances en materia de seguridad. “Venimos protestando desde hace año y todas las quejas terminan en saco roto, es un tema de nunca acabar”, señaló Boix. El jueves que pasó los tacheros le pidieron a los miembros del Concejo Municipal, a los legisladores provinciales y al ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, que se hagan eco de sus reclamos. Esta semana habría reuniones para destrabar el conflicto pero desde el gremio descalificaron las medidas tomadas hasta el momento. “Los patrullajes se lanzan después de un robo pero con el tiempo se van diluyendo porque nosotros no somos los únicos afectados por la inseguridad”, protestó Cesca. Por otro lado, sobre el proyecto para incorporar equipos de radiollamadas a todos los coches, aseguró que “estos son proyectos que van quedando en los cajones” y que “con estos aparatitos se quiere parar un cáncer con una aspirina”.