El 18 de octubre los relojes se adelantarían una hora, tal cual indicó este martes Raúl Stival de la Empresa Provincial de la Energía (EPE). La medida a nivel nacional que ya fue impulsada en 2008 permite que la luz solar se extienda hacia las 21 lo que promueve, según los especialistas, un ahorro energético.

Sin embargo, para los dueños de hoteles, bares y restaurantes, el supuesto beneficio no repercute en sus bolsillos. Por el contrario, los perjudica ya que la gente retrasa, al ritmo de las agujas, sus salidas o incluso, deja de cenar afuera ya que implica volver a casa después de la medianoche.

Estas cuestiones fueron consideradas por la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Rosario que ya envió cartas al gobernador Hermes Binner y al intendente Miguel Lifschitz en las que les piden que Santa Fe no adhiera a la hora de hacer este ajuste al horario. “Los hoteleros algo sufrimos pero los que sufren este cambio de manera abismal son los bares y restaurantes a los que se le reduce el horario nocturno a una sola vuelta”, justificó en contacto con Radio 2, Alfredo Angiuli, presidente de la institución.

“No estamos de acuerdo con el cambio de hora”, ratificó y observó: “Desde la EPE señalaron que el ahorro del año pasado fue del 2 por ciento. Suena poco y el beneficio que le trae a la provincia uno no lo conoce del todo”.

Finalmente agregó: “La falta de mantenimiento eléctrico obliga a hacer estos cambios pero para los gastronómicos y hoteleros el perjuicio es mayor que este beneficio o ahorro eléctrico”.