Corea del Sur lanzó una campaña contra el contrabando de cápsulas producidas en China que contienen carne en polvo de bebés muertos, según informaron las autoridades aduaneras surcoreanas.

La práctica salió a la luz el domingo pasado cuando el servicio de fronteras dijo que había detectado 35 intentos para importar un total de 17.451 de las cápsulas desde el pasado agosto.

La práctica es consecuencia de la superstición de que "ingerir partes del cuerpo de niños muy jóvenes incrementa la fortaleza física y puede curar un abanico de enfermedades", según se declara en el diario El País.

Las píldoras fueron interceptadas en el correo y en los aeropuertos. Los responsables surcoreanos aseguran que estos "medicamentos" fueron fabricados en el noreste de China a partir de bebés fallecidos cuyos cuerpos fueron troceados en trozos pequeños y secados en hornos antes de ser convertidos en polvo.

Según el servicio de aduanas, la práctica no solo presenta problemas éticos sino un riesgo sanitario, ya que las cápsulas estaban contaminadas con bacterias y otros organismos dañinos para la salud.

Los servicios de aduanas de Corea del Sur incrementaron los controles de los vuelos procedentes de algunas regiones chinas y decidieron inspeccionar el equipaje de todos los pasajeros.

El diario surcoreano Chosun Ilbo afirma que las cápsulas con carne humana son vendidas en algunos herbolarios en Corea del Sur a un precio que oscila entre 40.000 y 50.000 won (27 a 33 euros) la unidad. Según este diario, los principales clientes son pacientes de cáncer.

El Ministerio de Sanidad chino aseguró que reabrirá la investigación que puso en marcha en agosto pasado y que, según dice, no encontró pruebas de que las cápsulas son fabricadas en China.