Pedro Robledo

En una noche atípica, complicada para lograr una buena convocatoria por el encuentro entre Argentina-Uruguay y por la enorme oferta de espectáculos en la ciudad, Coti Sorokin logró calmar los ánimos de los productores que venían preocupados durante la tarde.

Pocos minutos antes del inicio del show, las veredas del Broadway se encontraban escasas de gente. Sin embargo, a medida que se acercaba la hora del comienzo, fue llegando mucho público y finalmente el rosarino radicado en España tuvo un muy buen marco para presentar su nuevo disco "Lo dije por boca de otro".

Después de un par de temas, observó el panorama que ofrecía la sala y, respirando aliviado, saludó con un "gracias por venir, a pesar del fútbol" a un público que en su mayoría se componía de jóvenes aunque también incluyó niños y adultos mayores.

En el armado de la banda incluyó a los rosarinos Palmo Addario(guitarra) y Matías Damato (bajo). El grupo se completó con su hermano Matías (guitarra y coros). Marcelo Novati (batería), Nicolás Ottavianelli (ex-tecladista de Turf) y Luna Sujatovich (teclados y coro), hija de Leo, aquel pianista de Spinetta.

El show tuvo todos los matices esperados, segmentos de impronta rockera en el comienzo y en el final, aires tangueros y muchas canciones enmarcadas en el pop y la balada ampliamente difundidas en voces de colegas.

Siempre agradeciendo a los intérpretes que hicieron populares sus canciones (Julieta Venegas, Paulina Rubio, Diego Torres, Alejandro Lerner, Sergio Dalma, entre otros), se fue encontrando con cada una de ellas, varias de las cuales están incluidas en el reciente disco.

La inclusión de una pantalla gigante permitió una recorrida con imágenes de distintos momentos vividos durante las giras, algunas instantáneas de su infancia y fotos con famosos (Maradona entre ellos).

Antes de interpretar "Andar conmigo", recordó la historia de la creación de la canción que en el disco tiene a Fito Páez como invitado. El tema fue compuesto junto a Julieta Venegas en el 2003, la cantante lo incluyó en su tercer disco y llegó a ocupar el primer lugar en las radios de México durante 15 semanas.

En general las letras remitían a amores terminados y añorados. Era previsible que iba a desembocar en algún momento en el tango. En "Te quise tanto", tocó el bandoneón y recitó un fragmento de "Uno", la obra de Enrique Santos Discépolo.
Otro de los géneros musicales que asomó en la propuesta fue la rumba flamenca en "Bailemos".

Muchas de sus súper exitosas canciones eran reconocidas por el público al sonar los primeros acordes. Sucedió, ya con la gente de pie, con "Perdóname", "Color esperanza" y "Nada fue un error".

En el regreso, luego del final de la primera parte, cantó "Nueces", el tema que relata una historia de amor y exilio y que fuera incluida como parte de la banda de sonido del filme "Nueces para el amor" de Alberto Lecchi.
Hubo espacio para mostrar una canción nueva: "París de tu mano", un tango afrancesado escrito en base a una historia real que el novelista-aviador francés Antoine Saint Exupéry publicó en el capítulo "Oasis" de su libro "Tierra de hombres".

Con "Los mareados" (Cobián-Cadícamo), volvió al tango, un género que le sienta muy cómodo y que deja planteada la incógnita de un proyecto futuro con la música ciudadana.
"Aquí y ahora", una especie de oda al presente, necesitó de un estricto silencio ya que el artista decidió cantarla sin amplificar su voz y con guitarra desenchufada.

Antes de cantar "Lento", otro hit, cambió repentinamente de vestuario en el escenario. Con la camiseta de la Selección que le obsequió Maxi Rodríguez, su amigo del alma que no pudo estar, aprovechò para consultar el resultado del encuentro con Uruguay.

El tono final fue el mismo del comienzo, con la banda sonando en forma potente. "Otra vez", la canción que grabara con Paulina Rubio, fue la elegida para el cierre de un show intenso y plagado de buenas canciones con diferentes y enriquecedores matices.