Una modalidad de robo es cada vez más frecuente en la zona céntrica de Rosario. Consiste en inhibir los cierres centralizados de los autos, cuando sus conductores descienden. Sin forzar puertas ni romper los vidrios, los delincuentes se llevan lo que encuentran de valor en el interior de los vehículos. El periodista de Radio 2 Alejandro Cachari fue víctima de este tipo de asalto el pasado miércoles

En los últimos 15 días se radicaron seis denuncias en el Centro Territorial de Denuncias de calle Mendoza, pero serían “muchas más” en lo que va del año, según indicaron desde ese organismo público a Rosario3.com.

Todos los asaltos fueron en el centro de la ciudad y con un relato similar: el conductor o conductora se baja del auto y al regresar al vehículo nota que le robaron dinero, computadora, celular y otros elementos de valor.

Cachari, periodista de Radiópolis (Radio 2), contó que abandonó su vehículo para hacer un trámite en un inmueble situado en San Juan al 1700. Al volver, notó que habían sustraído su mochila, que tenía en su interior la billetera, un grabador, una computadora recién comprada, un mouse y un pen con fotos que no podrá recuperar de otra forma. Agregó que no tenía las puertas forzadas.

De acuerdo con la información recabada por Rosario3.com, esta modalidad también fue denunciada en ciudades vecinas. En Roldán se registró un caso y en Funes dos.

Este tipo de robo se hizo conocido en 2015, cuando operó una organización que asaltaba con esta mecánica en estaciones de servicio ubicadas en el trayecto de las autopistas Rosario-Córdoba y Rosario-Buenos Aires, pero nunca en el centro de la ciudad. Fue apodada “La banda de los cordobeses”. Su blanco principal eran los autos que viajantes dejaban solos durante un parate en el camino.

La banda de los cordobeses sustrajo computadoras y otros objetos en 2015 al secretario administrativo de la Cámara de Diputados de la Provincia, Javier Echaniz; y al equipo de campaña de Daniel Scioli. La Policía detuvo en aquel momento a siete personas, seis cordobeses y un rosarino.

La provincia ya advirtió en 2016 sobre estos hechos. Desde la Policía de Investigaciones sugirieron a los conductores dos medidas: mirar si a pocos metros se encuentra alguna persona en actitud sospechosa, y asegurarse que las puertas estén cerradas.