La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, suspendió el viaje que tenía previsto realizar el próximo viernes a Bolivia para asistir a la segunda investidura de su par Evo Morales y firmar un nuevo acuerdo bilateral para la provisión de gas boliviano, dijeron a la agencia EFE fuentes oficiales.

El viaje fue suspendido en medio del conflicto que afronta el Gobierno de Fernández con el jefe del Banco Central, Martín Redrado, por la negativa de éste a usar 6.569 millones de dólares de reservas monetarias para el pago de deudas soberanas de este año. El motivo sería cerrar cualquier vestigio a la posibilidad de que, en ausencia de la presidenta, el vicepresidente Julio Cobos llame a sesiones extraordinarias al Congreso para tratar los decretos de necesidad y urgencia que crea el Fondo del Bicentenario y el que removió a Redrado.

Fernández tenía previsto firmar con Morales un acuerdo para aumentar de manera progresiva los envíos diarios de gas a Argentina, sin modificación de los precios pautados, aunque con plazos de pago establecidos, según había informado el Ministerio de Planificación argentino días atrás.

Esta cartera también había señalado que los jefes de Estado planeaban abrir la licitación para la construcción del Gasoducto de Integración, destinado a "incrementar los volúmenes que luego abastecerán al Gasoducto del Noreste (GNEA)", otro conducto proyectado para brindar gas natural boliviano a cuatro provincias argentinas.

Portavoces del ministro de Planificación, Julio De Vido, no han precisado si ese acuerdo será firmado por otro funcionario en Bolivia, que envía a Argentina cerca de 4 millones de metros cúbicos diarios de gas.

En el nuevo acuerdo "se prevé un cronograma que permita adecuar los volúmenes de gas enviados a la Argentina de acuerdo a la producción de Bolivia, para alcanzar de manera progresiva los 27,7 millones de metros cúbicos/día en los próximos años", indicó un reciente comunicado de ese ministerio.

Las fuentes consultadas por EFE revelaron además que aún está "en estudio" el viaje que Cristina Fernández tiene previsto realizar la semana próxima a China, aunque creen que se concretará "por la importancia" que tiene.

La presidenta planea partir el próximo domingo hacia el gigante asiático al frente de una delegación de empresarios para la firma de convenios económicos y la búsqueda de nuevos nichos de negocio en ese país, uno de los principales socios comerciales de Argentina.

Los cambios en la agenda presidencial se comenzaron a barajar en medio del escándalo político desatado hace diez días, cuando Redrado se negó a habilitar el uso de reservas para el pago de deudas dispuesto por la mandataria.

El conflicto se agudizó cuando una jueza suspendió el decreto presidencial que habilita el uso de reservas para cancelar pasivos y restituyó al frente del Banco Central a Redrado, quien había sido cesado horas antes por Fernández.

La prensa local comenzó a especular días atrás con la posibilidad de que el vicepresidente argentino, Julio Cobos, enfrentado a su gobierno, aproveche la ausencia de la presidenta para convocar a sesiones extraordinarias del Parlamento, ahora en receso, con el fin de dirimir el conflicto.

Pero Cobos negó que vaya a convocar al Parlamento cuando quede a cargo del Ejecutivo, a tono con la decisión del Gobierno, que se niega a llamar a sesiones parlamentarias extraordinarias para tratar el conflicto con el Banco Central.