Si los fumadores cambiaran el cigarrillo tradicional por el electrónico podrían evitarse, al menos en Estados Unidos, entre 1,6 y 6,6 millones de muertes prematuras en diez años, según un estudio publicado por el Centro de Cáncer Lombardi, de la Universidad de Georgetown, en Washington.

La investigación calculó que los 6,6 millones de muertes prematuras menos sería el escenario más optimista, mientras que el más pesimista sitúa esa cifra en 1,6 millones. Los dos escenarios se establecieron con base en los daños producidos por los cigarrillos tradicionales en comparación con los electrónicos, así como para diferentes tiempos en el inicio de fumar, dejar este hábito o cambiarse a los electrónicos, según 20minutos.

Además, señala el informe, este cambio representaría entre 20,8 y 86,7 millones de años de vida más para los fumadores en Estados Unidos. Los investigadores igualmente observaron importantes diferencias en el efecto en la salud pública si los consumidores de cigarrillos tradicionales se cambiasen a los "vaporizadores".

"Adicionalmente habría tremendos beneficios de salud, incluida la reducción de enfermedades que incapacitan a los fumadores (enfisema pulmonar severo, entre otras), la disminución de dolor y sufrimiento y la reducción de la exposición al humo de segunda mano", afirmó David Levy, profesor de Oncología de Georgetown Lombardi y autor líder del estudio.