Unas 80 personas respondieron a la reunión convocada por el edil Carlos Comi (ARI) en el recinto del Concejo Municipal. “Todos expusimos nuestro argumento a favor de que el cine siga abierto porque ya forma parte del patrimonio cultural de la ciudad –dijo uno de los asistentes– y las propuestas para conseguirlo que se escucharon fueron variadas, pero todas apuntan a reclamar intervención al Estado para que preserve parte de su patrimonio”.

Lo lamentable es que el tradicional cine de Sarmiento y Santa Fe no sólo es protagonista de la historia de la ciudad, sino que además cumple una función específica: se dedica al cine arte. Es decir, exhibe esos films poco comerciales que suelen atraer a pocos espectadores y que apenas sobreviven una semana en los grandes complejos de cine, porque no son rentables. Y que muchas veces ni siquiera se consiguen en DVD. Con ese mismo objetivo había nacido el cine Del Patio que sucumbió hace varios meses.

El titular de la Compañía Monumental, Daniel Greco, que administra el cine –presente esta tarde en la sesión especial del Concejo– explicó que con este escenario –el inmueble se puso a la venta en diciembre por un precio superior a los 700 mil dólares– “el Cairo tiene un camino sin retorno”, ya que a mediados de año vence el contrato de alquiler y la empresa no puede comprarlo.

“La tarea no es fácil y hay que buscar salidas mixtas entre los esfuerzos de privados y la necesaria intervención de los distintos Estados, dijo Carlos Comi, para que una entidad con fines culturales valorada por el público como es cine El Cairo no termine entregada al mejor postor en unos meses”.

En ese sentido, el concejal del ARI planteó la idea de emitir un bono de ayuda para el salvataje, que correría por cuenta de empresas privadas.

Durante la reunión, también se conversó sobre la posibilidad de pedir participación a un grupo empresario que garantice la continuidad de la explotación de la sala, tal como ya sucedió en la ciudad de Casilda, donde la cine fue salvado para la comunidad.

Greco recordó el cierre de otras salas y recordó que en los años 60 había 60 cines en la ciudad y hoy casi no queda ninguna de aquellas salas que fueron reemplazadas por los complejos multipantallas. “La decoración del Cairo es única en el país y con una capacidad media de 700 localidades”, dijo para luego agregar que la creciente piratería de las películas (que se venden a pocos pesos antes de su estreno en los cines) lastima al rubro y que “El Cairo va a hacer una víctima más de todos esos videos”.

El Estado nacional consideró en algún momento el tema: hubo un intento del Instituto Nacional del Cine y Artes Visuales (Incaa) por asumir la gerencia de El Cairo, pero todo se quedó en una promesa.