El abogado y juez de Faltas, Sergio Luis B., acusado de estafar a sus clientes, fue demorado este jueves luego de efectuar su descargo ante el juzgado de Instrucción Nº 1, a cargo de Roxana Bernardelli. El año pasado había sido denunciado por haberse quedado con parte del dinero que le correspondía a sus representados por una indemnización civil. No obstante, la directora del Tribunal de Faltas, Stella Maris Splendiani, insistió por Radio 2 en el impecable legajo de su colega.
En diálogo con Roberto Caferra ( Radiópolis), Splendiani explicó que desde que tomaron conocimiento del supuesto delito en noviembre del 2012, Sergio dejó de acudir a su trabajo, aunque no por una orden de la Municipalidad, sino por voluntad propia. De hecho, desmintió que desde el Palacio de los Leones, se haya efectuado queja alguna ante el Tribunal de Ética.
Consultada sobre su doble rol de juez y abogado, la directora de Faltas aclaró que de ninguna manera son incompatibles.
En tanto según publicó El Ciudadano, la situación del letrado es complicada. Ayer efectuó su descargo ante Bernardelli pero en medio de su exposición –que respaldó con documentación– hubo un altercado entre las partes que fue subiendo de tono hasta que la jueza ordenó la detención del abogado. Acto seguido, sus defensores solicitaron su excarcelación, cosa que la fiscalía concedió a la noche.
En noviembre pasado los hermanos Gallardo denunciaron al abogado que siguió el caso por la muerte de su padre en un accidente vial. Alrededor de esa fecha los cuatro hijos del fallecido Ricardo Gallardo, se percataron que Sergio les había pagado 1.930.000 pesos menos de los que estipulaba la sentencia. El fallo del Tribunal Colegiado de Responsabilidad Extracontractual Nº 2 había probado la responsabilidad del conductor en la muerte del octogenario y condenado a él y su compañía de seguros a resarcir a su familia con 790.000 pesos, más intereses acumulados desde el momento del accidente en 2001. Una cifra total de casi 2.2 millones de pesos.
Según lo expresado en la presentación, B. les había dicho a sus clientes que habían ganado el caso en primera instancia pero que la compañía de seguros había apelado la resolución y ofrecido una suma de 270 mil pesos por lo que les convenía no continuar con el juicio. Luego el profesional citó a los cuatro hermanos en el banco Galicia donde los hizo pasar a una sala adonde les entregó cuatro fajos de 80 mil pesos cada uno y les aconsejó no abrir una cuenta en el banco porque podían tener problemas con el fisco.
En diálogo con Roberto Caferra ( Radiópolis), Splendiani explicó que desde que tomaron conocimiento del supuesto delito en noviembre del 2012, Sergio dejó de acudir a su trabajo, aunque no por una orden de la Municipalidad, sino por voluntad propia. De hecho, desmintió que desde el Palacio de los Leones, se haya efectuado queja alguna ante el Tribunal de Ética.
Consultada sobre su doble rol de juez y abogado, la directora de Faltas aclaró que de ninguna manera son incompatibles.
En tanto según publicó El Ciudadano, la situación del letrado es complicada. Ayer efectuó su descargo ante Bernardelli pero en medio de su exposición –que respaldó con documentación– hubo un altercado entre las partes que fue subiendo de tono hasta que la jueza ordenó la detención del abogado. Acto seguido, sus defensores solicitaron su excarcelación, cosa que la fiscalía concedió a la noche.
En noviembre pasado los hermanos Gallardo denunciaron al abogado que siguió el caso por la muerte de su padre en un accidente vial. Alrededor de esa fecha los cuatro hijos del fallecido Ricardo Gallardo, se percataron que Sergio les había pagado 1.930.000 pesos menos de los que estipulaba la sentencia. El fallo del Tribunal Colegiado de Responsabilidad Extracontractual Nº 2 había probado la responsabilidad del conductor en la muerte del octogenario y condenado a él y su compañía de seguros a resarcir a su familia con 790.000 pesos, más intereses acumulados desde el momento del accidente en 2001. Una cifra total de casi 2.2 millones de pesos.
Según lo expresado en la presentación, B. les había dicho a sus clientes que habían ganado el caso en primera instancia pero que la compañía de seguros había apelado la resolución y ofrecido una suma de 270 mil pesos por lo que les convenía no continuar con el juicio. Luego el profesional citó a los cuatro hermanos en el banco Galicia donde los hizo pasar a una sala adonde les entregó cuatro fajos de 80 mil pesos cada uno y les aconsejó no abrir una cuenta en el banco porque podían tener problemas con el fisco.