Una nueva historia de violencia de género en la ciudad. Ésta vez la víctima se llama Irma Domínguez, tiene 31 años y se recupera de un fuerte golpe en la cabeza, producto de un martillazo que le dio su ex pareja. No es la primera vez que la castiga. Según señaló en contacto con el programa
Radiópolis (Radio 2), más de 15 veces acudió a la policía y a la Justicia para denunciarlo. Sin embargo, concluyó: “Estoy más presa yo que él”.
Desde su vivienda ubicada en Campbell al 3400, donde vive junto a su padre y a sus dos hijos, Irma contó que su ex pareja, Darió Arévalo, de 27 años, la golpeó una vez más. No sólo le afectó la cabeza, también los brazos. “Estoy toda lesionada”; se quejó y confió que esta situación lleva más de 3 años y medio.
De acuerdo a su testimonio, la Justicia dispuso que el hombre no se le acerque pero, una y otra vez, rompe las reglas. “Me sigue amenazando, me dice que me va a matar y tengo miedo por mi familia”; indicó.
Según indicó, ejerce una terrible persecución. La sigue a la escuela, se sube con ella al colectivo, se presenta en las casas vecinas y por supuesto, nunca permitió que tuviera una nueva relación amorosa. “El otro día le dijo a un vecino con el que me vio que me le va a incendiar la casa”, sostuvo.
“Entra y sale de mi casa. Un día vino a las 4 a tirar piedras, otra vez entró con un revólver y lo descargó, me apuntó y se fue corriendo”, agregó y confió: “Vivo más presa yo que él”.
Desde su vivienda ubicada en Campbell al 3400, donde vive junto a su padre y a sus dos hijos, Irma contó que su ex pareja, Darió Arévalo, de 27 años, la golpeó una vez más. No sólo le afectó la cabeza, también los brazos. “Estoy toda lesionada”; se quejó y confió que esta situación lleva más de 3 años y medio.
De acuerdo a su testimonio, la Justicia dispuso que el hombre no se le acerque pero, una y otra vez, rompe las reglas. “Me sigue amenazando, me dice que me va a matar y tengo miedo por mi familia”; indicó.
Según indicó, ejerce una terrible persecución. La sigue a la escuela, se sube con ella al colectivo, se presenta en las casas vecinas y por supuesto, nunca permitió que tuviera una nueva relación amorosa. “El otro día le dijo a un vecino con el que me vio que me le va a incendiar la casa”, sostuvo.
“Entra y sale de mi casa. Un día vino a las 4 a tirar piedras, otra vez entró con un revólver y lo descargó, me apuntó y se fue corriendo”, agregó y confió: “Vivo más presa yo que él”.
