Un hombre que intentó prender fuego a su ex mujer fue detenido este miércoles en la zona de Garibaldi y Oroño. El joven de 34 años había rociado con combustible a su ex pareja y no llegó a concretar el ataque gracias a la intervención de vecinos, el pasado 10 de agosto.

Se trata del último capítulo de un caso de violencia de género que tiene antecedentes. La mujer llegó incluso a denunciar ante la Policía amenazas de su ex, que finalmente se concretaron a pesar de que tenía prohibido acercársele.

El agresor y la víctima –de 35 años– se separaron en 2008, cuando el hombre fue capturado por un asalto a un banco (por ese caso fueron detenidos también dos policías).

El joven recuperó la libertad y comenzó a acosar a su ex. Llegó a prenderle fuego la puerta de la casa y decirle que eso mismo le haría a ella. Todo frente a la hija, de seis años.

Según el parte policial, la mujer salió al rato en una moto junto a su actual pareja para hacer la denuncia pero en el camino volvió a aparecer el ex, que en plena marcha los cerró con su vehículo y los hizo caer, en Oroño al 4200.

Allí, los roció con nafta y cuando se aprestaba a prenderles fuego ella comenzó a gritar. Ante la numerosa presencia de gente, el atacante decidió escapar, no sin antes volver a amenazar de muerte a la joven.

Las denuncias por amenazas fueron finalmente radicadas en la comisaría 15ª y el caso, caratulado como tentativa de homicidio, recayó ante el juez de Instrucción Alejandro Negroni.

En ese marco, la policía identificó el domicilio del imputado y con orden de allanamiento, este miércoles irrumpió en la vivienda de Pasaje Fynn al 1300, donde se produjo el arresto y también el secuestro de un vehículo marca Rodeo, además de un bidón con nafta.

Emergencia nacional

El caso registrado este miércoles en Rosario no es el único. El martes pasado se conoció el video del ataque de un hombre a su ex en Bahía Blanca.

La diputada Virginia Linares, quien propuso declarar la emergencia nacional por esta problemática, consideró en Radio 2 que el Estado debe garantizar a las víctimas un lugar de residencia y la manutención de los hijos. “La falta de recursos las obliga a quedarse en su casa y sufrir violencia”, alertó.