Dinamarca se convirtió en una potencia exportadora de semen y sus clientes ya son más de 60 países en los que se encuentran Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Sólo el banco de semen Cryos International, considerado el más grande del mundo, cuenta con 65.000 mililitros (65 litros) de esperma.

De acuerdo a lo publicado por la BBC, la organización, que tiene 20 años de existencia, informó que el semen provee a cerca de 500 clínicas de fertilización en todo el planeta. "Para nosotros es relativamente fácil atraer suficientes donantes, tanto que hasta podemos exportar", Ole Schou, director del banco de semen danés.

Cryos les paga a los donantes US$20 aproximadamente por eyaculación. "Recompensamos a los donantes por calidad y volumen", señaló Schou.

Entre los países que han recibido semen danés están Alemania, Francia, Bélgica, Finlandia, Grecia, Suecia y España. De acuerdo con Schou, unos 20.000 niños han sido concebidos gracias a las exportaciones de esperma danesa. "Tenemos alrededor de 2.000 embarazos cada año", observó.

En el caso del Reino Unido, la caída de los donantes de semen se debe, según los especialistas, a una modificación legal hecha en 2005: el donante ya no puede mantener su anonimato. Eso significa que un niño concebido con su esperma tiene derecho a contactarlo cuando cumpla 18 años. A eso se suman las restricciones a la remuneración de donantes.

La industria del semen danés está satisfaciendo la creciente demanda no sólo de parejas, sino de solteras y lesbianas. "Tenemos una ganancia anual de 3 millones de euros (poco más de US$4 millones) y la demanda aumenta cada año", indicó Schou.

El doctor Roberto Coco, director de Fecunditas, un centro de medicina reproductiva y genética de Argentina, indicó que un banco de esperma que pueda exportar muestras significa que tiene muchas congeladas y, obviamente, revisadas desde todos los puntos de vista.

"En Argentina hay pequeños bancos (de semen) que sirven para abastecer a los pacientes que nos consultan, pero no para la exportación", dijo el doctor.

Una de las preocupaciones de quienes trabajan en procesos de fecundación asistida -explicó Coco- es que el esperma de un donante pueda ser usado en varias inseminaciones, dentro de una misma área geográfica. El riesgo es que los hijos puedan encontrarse.

"Cuando los donantes pertenecen a otro país, este temor desaparece", señaló el médico.

Coco, quien considera clave que en el proceso de inseminación artificial se conserven las características raciales de los padres, ha tenido que solicitar esperma a bancos de semen en el exterior. El ejemplo que citó fue el de una pareja de japoneses que acudió a Fecunditas.

"Cuando alguien solicita una muestra de semen con determinadas características y el banco la tiene, la puede proveer".

Algunos analistas señalan que las exportaciones de semen danés están propagando la genética caucásica: piel blanca, ojos azules y cabello rubio. De acuerdo con el médico argentino, lo que podría resultar negativo de la propagación de semen de ciertas características, es que esas características raciales prevalezcan y se evite la diversidad.