Como alguna vez propuso Hermes Binner cuando era intendente, Rosario contará con dos nuevos colectivos articulados. Las unidades serán presentadas el próximo domingo.

Los dos ómnibus que se destacan por ser más amplios que las actuales (con un sistema de fuelle en el medio) se incorporarán a la empresa pública del transporte de pasajeros, Semtur.

Así lo adelantó este viernes la intendenta municipal Mónica Fein, quien reconoció que la novedad se enmarca en una apuesta del municipio para ir hacia un sistema metropolitano de transporte.

Las actuales licitaciones del servicio vencerán en 2015 y para esa fecha la titular del Ejecutiva espera contar con un nuevo armado basado en líneas troncales, dijo a un programa de televisión local.

En cuanto a los colectivos articulados, el blog Buses Rosarinos señaló que en junio ya se había sumado una unidad de ese tipo, aunque en la firma Rosario Bus. Se trata de “la unidad número 94 al servicio de la Linea 35/9 verde, que si bien es una línea provincial permite su utilización urbana, causando un gran asombro entre los habitantes de las localidades que recorre y en especial los usuarios”, señaló el sitio especializado.

Por su parte, el concejal Jorge Boasso recordó que había presentado un proyecto para que el municipio incorpore unidades de buses del tipo articuladas el año pasado (Binner lo intentó en los 90). “La propuesta busca aumentar la cantidad de pasajeros por kilómetros recorridos, y así bajar los castos y brindar calidad de servicio a los usuarios”, señaló.

En la ciudad de Santa Fe circula este tipo de ómnibus público articulado, el cual cuenta con una capacidad máxima de 180 pasajeros, está equipado con aire acondicionado, cámaras y monitores para controlar la última puerta de descenso y brinda servicios de wi-fi. “Estas unidades circulan y doblan sin inconvenientes, incluso en calles estrechas; Y serán un beneficio importante para los usuarios, sobretodo en los horarios picos”, argumentó el edil.

En Rosario habrá que ver cómo se adpatan las nuevas unidades, por lo pronto algunas esquinas (como la de San Lorenzo y Sarmiento) aparecen como una eventual amenaza al giro, que suele complicar a los colectivos actuales.