Tras la última sesión de prórroga, y en el marco de una sesión extraordinaria, el Concejo Municipal debatió esta tarde durante una hora, acerca de uno de los temas de mayor repercusión social: el boleto del transporte urbano de pasajeros.

No hizo falta pasar a cuarto intermedio, tal como lo había anticipado el presidente del cuerpo Miguel Zamarini (PSP), para llegar a una resolución final. Los votos de los diez concejales oficialistas más los emitidos por Néstor Trigueros y Jorge Boasso (Intransigencia y Renovación Radical) alcanzaron para aprobar la delegación en el Poder Ejecutivo municipal de la potestad necesaria para decidir el aumento de la tarifa del transporte, de acuerdo al resultado de los estudios de costos que deberán estar terminados en 30 días.

A pesar de la oposición de los bloques del PJ, PPS, ARI y UCR, el Poder Ejecutivo tendrá la facultad de solicitar dos informes que serán definitorios para determinar el nuevo precio del boleto: uno a la Facultad de Ingeniería de la UNR y el otro al Ente Municipal del Transporte.

Si ambos estudios resultan coincidentes, el intendente Miguel Lifschitz podrá determinar el aumento del boleto, pero esta decisión sólo se mantendrá durante el período en que se extiende el receso legislativo del Concejo, es decir, hasta el 15 de febrero.

Según lo aprobado, una vez que el cuerpo vuelva a sesionar, el Ejecutivo deberá enviarle el resultado de los estudios para que los concejales lo analicen y el probable aumento de la tarifa se aplicará recién cuando esté implementado el nuevo sistema de transporte (marzo o abril de 2007).