El grupo yihadista Estado Islámico (EI) publicó este martes un video en el que al parecer quema vivo al piloto jordano Muaz Kasasbeh, capturado en Siria, aunque el Ejército de Jordania afirmó que en realidad fue asesinado hace un mes.

La grabación, cuya autenticidad no pudo ser verificada, dura unos 22 minutos y en la parte final aparece la ejecución de Kasasbeh, en la que el EI aplicó un método distinto al que suele emplear con los rehenes occidentales, a quienes suele decapitar.

Antes de su muerte, el piloto, vestido con un mono naranja, sale caminando por una zona en ruinas con edificios derruidos y vehículos calcinados, donde le espera una fila de yihadistas enmascarados.

Acto seguido se ve al piloto en el interior de una jaula, con imágenes intercaladas de víctimas de supuestos bombardeos de la aviación de la coalición internacional, que encabeza Estados Unidos contra el EI y en la que participa Jordania.

Uno de los enmascarados porta una antorcha que otro yihadista enciende y acerca a una mecha, que se extiende desde el exterior de la jaula hacia su interior, donde rápidamente la llama se expande y alcanza al piloto, que es quemado vivo.

Antes del asesinato, el video comienza con secuencias del Ejército y el rey Abdalá de Jordania, que son criticados por los extremistas, que rechazan la participación del reino hachemí en la citada alianza.

Previa a la parte de su ejecución, Kasasbeh aparece hablando a cámara y da detalles sobre la coalición y el día en que fue capturado, el 24 de diciembre, cuando su avión, que pertenecía a esa alianza, se estrelló en la provincia siria de Al Raqa, bastión del EI.

El piloto narra que partió con su avión de la base aérea de Muwafaq al Salti, en Jordania, y durante su recorrido notó cómo un proyectil alcanzó su avión y se vio obligado a eyectarse, con lo que aterrizó en un río, donde fue capturado por los extremistas.

Esta versión difiere de la ofrecida por el Pentágono estadounidense, que asegura que se trató de un accidente. Kasasbeh acaba su alocución con un mensaje dirigido al pueblo jordano en el que acusa al Gobierno de su país de trabajar para Israel y para el régimen de Bachar al Asad.

Poco después de la difusión el video, el Ejército jordano emitió un comunicado, difundido por la televisión estatal, en el que afirma que el piloto murió el pasado 3 de enero y jura "venganza" por el asesinato.

"Desde el primer momento, cuando fue secuestrado el piloto por el EI, las Fuerzas Armadas jordanas, apoyadas por todas las instituciones, intentaron salvarlo de las manos cobardes de esa mafia de criminales, pero ellos decidieron darle un triste final a su vida", dijo el portavoz militar Mamduh Ameri.

Parientes del fallecido explicaron a Efe en Jordania que el Ejército trasladó la noticia a la familia de Kasasbeh. Mientras, en las calles de Ammán se concentraron decenas de simpatizantes del clan Kasasbeh, algunos de los cuales responsabilizaron de la muerte del piloto al Gobierno jordano, al rey Abdalá II y a la coalición internacional contra los yihadistas.

La publicación de la cinta se produce después de que este sábado fuera decapitado por los extremistas el periodista japonés Kenji Goto, que habían tomado como rehén en Siria. El EI había solicitado la excarcelación de la radical iraquí Sayida al Rishawi, detenida y condenada a muerte en Jordania, a cambio de la liberación de Goto y de perdonarle la vida a Kasasbeh.

Las autoridades de Ammán dijeron que el jueves solicitaron una prueba de vida de Kasasbeh como condición para liberar a Rishawi, pero dicha prueba nunca fue presentada por los yihadistas y la excarcelación de la presa nunca se produjo.

Entre tanto, al menos tres seguidores de la red terrorista Al Qaeda condenados a muerte en Jordania fueron trasladados a la prisión de Suwaqa, 70 kilómetros al sur de la capital jordana, donde suelen tener lugar las ejecuciones, revelaron a Efe fuentes cercanas a sus familias.

Esas fuentes consideraron que las autoridades podrían ejecutar a varios miembros de Al Qaeda sentenciados a muerte en venganza por la ejecución de Kasasbeh.