En cualquier lado menos adentro del palomar están las palomas del parque Independencia. Algo que saben muy bien los vecinos de la zona y quienes concurren habitualmente al cementerio de El Salvador, donde los excrementos de estas aves tapan históricos panteones.

Es que el Palomar es, literalmente, un colador. “El techo tiene tantos agujeros que parece que fue bombardeado”, escribió Feli al espacio de Rosario3.com.

Algo de eso hay: fue bombardeado por la pedrada de noviembre de 2006 y por otras tormentas posteriores –de hecho otros envíos al espacio de Periodismo Ciudadano ya lo habían reflejado tiempo atrás–, que acentuaron un deterioro que no se ha podido revertir pese a que en su momento hubo una promesa de que se iban a arreglar los techos.

Pero la licitación que se había lanzado para tal fin fue congelada por falta de presupuesto y la reconstrucción de la cubierta quedó pendiente, como también la de la administración del Parque.

Adrián D´Alessandro, de la Asociación Amigos del Parque Independencia, dijo que a fines del año pasado la entidad hizo una presentación ante la Municipalidad por esta situación, que llegó a tal punto que el personal de limpieza se negaba a higienizar el lugar por miedo a que le cayera mampostería encima.

Al menos se logró la colocación de una malla de tejido temálico que ataja la mampostería que se pueda desprender. Además, se realizó la reposición total del cerramiento metálico, cuya falta en algunas zonas facilitaba que personas pudieran ingresar al palomar y cometer hechos vandálicos.

Pero los techos aún esperan y los daños se agravan día a día, ya que por la humedad ya se ve afectada la estructuras de tirantes de madera.