El Papa Benedicto XVI invitó a los obispos a ser hombres de plegaria y a crear "lugares y ocasiones de oración" en las ciudades, "a menudo convulsas y ruidosas, donde el hombre corre y se pierde, donde se vive como si Dios no existiese".
"Hoy en el ministerio de un obispo, lo sé por experiencia personal, los aspectos de organización son absorbentes, los empeños son múltiples, las necesidades son siempre tantas, pero el primer lugar en la vida de un sucesor de los apóstoles debe reservarse a Dios, precisamente así ayudamos también a nuestros fieles".
Luego de haber invitado a los nuevos obispos a rezar, sobre todo por los sacerdotes a ellos encomendados y a invocar en la plegaria nuevas vocaciones, el Papa los instó a ser "animadores de oración en la sociedad", informó.
El Sumo Pontífice insistió con su pedido a los obispos que "en las ciudades en las que viven y trabajan, a menudo convulsas y ruidosas, donde el hombre corre y se pierde, donde se vive como si Dios no existiese, sepan crear lugares y ocasiones de oración, donde en el silencio, escuchando a Dios mediando la lectio divina, en la plegaria personal y comunitaria, el hombre pueda encontrar a Dios".