Mariano Argento se tiene que esforzar todos los días en la calle de Buenos Aires que no es empresario y que no puede ayudar a blanquear empleados. Es que Mariano ya no es Mariano, sino “Don Carlos”, el dueño de una Pyme que en la publicidad de la Afip celebra con un “tudo bom, tudo legal” haber podido legalizar a todo su personal.

Entrevistado por Roberto Caferra, Daniel Amoroso y Juan Junco en el programa Radiópolis, de Radio 2, este actor desde hace 15 años –también director de cine– dice que se divierte con los grupos que se armaron en Facebook con el personaje que interpretó en la publicidad. “Está bueno”, dice, con sentido del humor, sobre uno de ellos, llamado “Don Carlos es un pelotudo”.

El dice que hizo el personaje con “mucho gusto” después de pasar un casting en el que participaron otros cuarenta actores para la agencia Braga Menéndez, de un publicista que es un fervoroso defensor del gobierno kirchnerista.

Lo que no le da gusto es que por la calle lo confundan con el personaje y algunos se le acerquen para preguntarle cómo resuelven cuestiones sobre el blanqueo o vinculadas a la Afip. Aunque son los menos. La mayoría lo saluda con afecta, con un “vamos Don Carlos”.

“Soy actor e interpreto un guión. La mayoría de la gente entiende eso”, afirmó.

Argento defiende, de todos modos, el concepto de la publicidad que protagonizó. “El que tiene gente en negro se equivoca; está cagando al empleado y a la larga éste le hace juicio y le saca un montó de plata”.