En torno a una de cada cuatro parejas del mundo occidental padece problemas de infertilidad, enfermedad que imposibilita la concepción natural de un hijo o el embarazo tras 12 meses de relaciones sexuales sin el uso de métodos anticonceptivos. Una enfermedad cada vez más frecuente y que, entre otras muchas causas, podría tener su origen en un consumo excesivo de alcohol. Así lo sugiere un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores del Hospital Universitario de Aarhus(Dinamarca), en el que se concluye que el consumo semanal de 14 o más unidades de alcohol reduce la fertilidad en mujeres, según publicó el sitio abc.es.
Entonces, ¿debe requerirse que las mujeres que buscan el embarazo eviten completamente el alcohol con objeto de lograr la concepción? No, se trata de una cuestión de cantidad. De hecho, el estudio, publicado en la revista "The BMJ", también muestra que el consumo moderado de alcohol, es decir, inferior a las 8 unidades semanales, parece no tener ningún efecto sobre la fertilidad.
Sea como fuere, indica Ellen M. Mikkelsen, directora del estudio, "recomendamos que las parejas se abstengan de consumir alcohol durante su periodo de fertilidad y hasta que el embarazo haya sido descartado, dado que el feto puede ser particularmente vulnerable al alcohol durante las primeras semanas de gestación".
Cuestión de cantidades
Los resultados de la investigación constataron que el consumo excesivo de alcohol tiene un efecto negativo sobre la fertilidad de las mujeres. No en vano, la tasa de gestación en el grupo de mujeres con un consumo de 14 o más unidades de alcohol semanales -una cantidad de 330 ml de cerveza, una copa de vino tinto o blanco, o 20 ml de licores o bebidas espirituosas- fue del 12% (37 embarazos en un total de 307 ciclos), frente a un 17,1% –1.381 embarazos en 8.054 ciclos– en aquellas que presentaron un consumo inferior.
Como explica Ellen Mikkelsen, "el consumo de menos de 14 unidades de alcohol por semana no tiene un efecto discernible sobre la fertilidad. Además, no se observaron diferencias significativas en la fecundidad según el nivel de consumo de alcohol o cerveza".
Minimizar el alcohol
En este contexto, debe tenerse en cuenta que se trata de un estudio del tipo "observacional", por lo que no se pueden extraer conclusiones del tipo ‘causa y efecto’. O lo que es lo mismo, no se puede concluir que el alcohol, aun en exceso, sea causa directa de infertilidad. Y es que si bien parece que el abuso del alcohol reduce la fertilidad, no se puede asegurar que la abstinencia total la incremente.



