Imaginate que estás comiendo en un restaurante y sin que vos tengas intenciones de hacerlo, tu mano se estira hasta la mesa de al lado y le roba un pedazo de comida a una persona que no conocés. Imaginate que ante la indignación del comensal tu mano vuelve a actuar por su cuenta y le tira el plato al piso. La historia es real y le sucedió a una británica que fue diagnosticada con el denominado síndrome de la mano anárquica, ajena o alienígena.

“Mi paciente quedó sumamente avergonzada ante esa situación que se trata de uno de los fenómenos más interesantes de la neurología: la mano realiza movimientos precisos con un objetivo y, sin embargo, quienes lo sufren afirman que estas acciones son involuntarias”, manifestó Sergio Della Sala, profesor de neurología de la Universidad de Edimburgo, en Reino Unido, y estudioso desde hace años del tema.

Quienes han padecido este raro síndrome describen la experiencia como aterradora, ya que tienen la sensación de que la mano tiene vida propia porque no pueden controlarla y actúa contra su voluntad, según consignó el sitio BBC Mundo.

Como no se sabe qué va a hacer la mano, a veces atenta contra la propia persona, como fue el caso de Karen Byrne, una norteamericana de 55 años que se abofeteaba y golpeaba sola. Pero no conforme con eso, en plena consulta médica, la mano díscola (en este caso la izquierda) empezó a desabotonarle su camisa delante del médico. “Con la derecha, los volví a abotonar y apenas terminé, la izquierda volvió a hacer lo mismo. En otras ocasiones, sacaba cosas que tenía en mi cartera y yo ni me daba cuenta”, contó al mencionado sitio.

También se han reportado casos de personas en supermercados que se meten productos en los bolsillos sin darse cuenta, o de quienes se propasan con personas que están cerca sin ninguna intención de hacerlo. ¿Cómo hacer para explicarle a las autoridades semejante situación?

A la hora de encontrar explicaciones sobre este increíble fenómeno, los especialistas descubrieron que quienes lo padecen han sufrido alguna lesión en el cerebro, generalmente en el cuerpo calloso, en las fibras nerviosas que comunican a los dos hemisferios cerebrales para que trabajen de forma conjunta y complementaria.

En el caso de Byrne, apareció después de ser operado a los 27 años para controlar su epilepsia. En otros se desarrolló tras aneurismas o ACV. En todos los casos brota generalmente cada vez que la persona está cansada o ansiosa y tiene objetos cerca.

Hasta el momento no hay tratamientos para enfrentar esta condición, y la recomendación suele distraer las manos con algún objeto para que no moleste.