El gobierno nacional y la Confederación General del Trabajo (CGT) acordaron este martes un bono de fin de año de 5.000 pesos, a cobrar en dos partes, medida que por ahora desactiva el paro general con el que la central obrera amenazaba para este mes.

El beneficio se percibirá en dos mitades: 2.500 pesos en noviembre y 2.500 en enero, según detalló por la tarde el dirigente cegetista Héctor Daer tras un encuentro con el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica.

“Es para acompañar el proceso inflacionario tan grande que tuvimos en los últimos meses y seguimos teniendo”, dijo Daer a la prensa.

La reunión se mantuvo desde pasado el mediodía en una sede gremial porteña, en la que el funcionario macrista escuchó los pedidos de la central de bonos de fin de año para trabajadores privados y jubilados, y el freno de despidos hasta marzo de 2019.

Daer (Sanidad), Roberto Fernández (UTA), Carlos Acuña (estacioneros), José Luis Lingeri (obras sanitarias), Amadeo Genta (municipales) y Andrés Rodríguez (UPCN), entre otros, le plantearon a Sica un menú de tres reclamos puntuales: un bono de fin de año para todos los trabajadores privados, un compromiso para que no haya despidos hasta marzo y un bono para jubilados y movimientos sociales.

La intención del encuentro fue implementar una suerte de acuerdo social con la CGT y el sector empresario, para lo cual la central obrera solicitó el pago de dos bonos de 2.500 pesos, en noviembre y enero de 2019; el pago de dos bonos en los mismos meses, de 1.000 cada uno, para los jubilados y pensionados, y un compromiso de frenar los despidos en la actividad privada hasta marzo.

Los gremialistas pidieron también que los bonos sean refrendados por un decreto del gobierno nacional, porque descreen de la posibilidad de acordarlos con las cámaras empresarias.

Con los pedidos aceptados, la dirigencia sindical deja sin efecto la idea de fijar el jueves próximo la fecha de un nuevo paro general a fines de noviembre.