Sucio dinero. El joven futbolista Javi Poves decidió colgar los botines y romper su contrato con el Sporting de Gijón por la “corrupción” que convirtió al deporte en un negocio que “está podrido”.
Poves, de 24 años, jugó dos temporadas en Segunda División con el filial del Gijón y debutó en Primera en la última jornada de la Liga española. Pero esta semana resolvió poner punto final a sus contradicciones entre sus ideales y el ámbito en donde se desempeñaba.
"¿De qué me sirve ganar 1.000 euros en vez de 800 si sé que se obtienen con el sufrimiento de mucha gente?", explicó el futbolista al diario El País.
De alguna forma Poves ya había anticipado su decisión con otras medidas atípicas para un jugador como no querer cobrar mediante transferencia bancaria para que los “especuladores” no lo utilicen o rechazar un auto de regalo de una empresa. "Cuando era pequeño, jugaba por amor al deporte, pero cuanto más conoces el fútbol más te das cuenta de que todo es dinero, de que está podrido, y se te quita un poco la ilusión", dijo.
“El fútbol está pensado únicamente para distraer a las personas de la realidad. Hay una enorme corrupción en el fútbol, yo lo he visto, como en cualquier sector que maneja tanto dinero. Los representantes son los dueños reales de este asunto”, dijo Poves según reprodujo Sport.
En España ya lo bautizaron como el futbolista “indignado” -por la protestas de jóvenes en las calles de Madrid y Barcelona-, aunque él prefiere definirse como “antisistema”. “Es un movimiento -el M-15- creado a propósito por los medios de comunicación para canalizar ese malestar social que hay y para que esa chispa no se convierta en peligrosa e incontrolable para el sistema. Es un lavado de cara para el sistema capitalista, pero no un cambio radical”, analizó.
“El problema es que o sos de derecha o de izquierda. Yo no soy de nada. Soy antitodo eso“, alega este ex futbolista que en las concentraciones leía a Karl Marx y a Hitler y que se mostró partidario de “ir a los bancos y quemarlos, cortar cabezas“. “He leído todas las corrientes ideológicas y no me gustaría citar ninguna obra por miedo a que me malinterpreten. Si digo, por ejemplo, que he leído a Hitler, podrán pensar que soy fascista, y nada más lejos de la realidad. Sólo intento aprender de todas las corrientes y culturas para elegir lo mejor de cada una y ser más digno”, aclaró.
Por lo pronto, ex defensor del Gijón dijo que volverá a estudiar la carrera de historia.


