Educar la mirada, estimular el pensamiento estético e histórico son aspectos importantes que el museo desarrolla para ofrecer a sus visitantes. Más allá de las obras u objetos que se exhiben en innumerable cantidad de museos en el mundo, cada espacio ofrece un cambio en la percepción y en la imaginación, la búsqueda del asombro y el interés por conocer.
Por ello, es posible realizar un trabajo áulico con los alumnos, previo y posterior a la visita al museo para recabar información sobre las características de ese espacio, y de otros que reviertan características similares. De este modo, los alumnos llegan con conocimientos suficientes para aprovechar e indagar de acuerdo a sus inquietudes y, así tomar contacto directo con lo que allí se expone.
Además, las visitas con fines educativos, acompañadas por guías de los museos que explican las características del lugar y de los objetos, más el trabajo de los maestros, potencian la participación, la memoria, la curiosidad y el entretenimiento, adquiriendo diferentes conocimientos y despertando nuevos intereses mientras se analizan obras, se reflexiona sobre la historia y los procesos que implican su creación.
A modo de ejemplo, el museo municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino, en su sitio oficial explica las distintas actividades para escuelas donde ofrece recorridos participativos para alumnos de todos los niveles, además de incorporar un programa que brinda material para el trabajo con docentes, diseñado por niveles educativos, que incluye reflexiones sobre la historia de Rosario y sus transformaciones a partir de obras realizadas por plásticos de la ciudad en diferentes épocas; y a su vez, dicta un curso de capacitación a los docentes sobre la historia del arte de Rosario.
Desde esta perspectiva, cada museo promueve proyectos de integración entre cultura y educación para complementar la enseñanza que los docentes imparten en el aula; además de formarlos en la búsqueda de material didáctico, y actividades sobre las mismas exhibiciones y las temáticas que involucra. Las conferencias, las producciones audiovisuales, los talleres y las charlas con profesionales son otras actividades que se programan para acercar a los alumnos a los museos desde una representación lúdica.
La multiplicidad de aprendizajes que genera un recorrido por el museo, la divulgación del patrimonio cultural comprendiendo también otras culturas, y la capacidad de interpretación forman parte de una experiencia educativa que establece una conexión entre la escuela y el museo que protege, comunica y muestra distintas fisonomías que aportan un aprendizaje dinámico sustentado en el conocimiento, la sensibilidad y la imaginación.
Por ello, es posible realizar un trabajo áulico con los alumnos, previo y posterior a la visita al museo para recabar información sobre las características de ese espacio, y de otros que reviertan características similares. De este modo, los alumnos llegan con conocimientos suficientes para aprovechar e indagar de acuerdo a sus inquietudes y, así tomar contacto directo con lo que allí se expone.
Además, las visitas con fines educativos, acompañadas por guías de los museos que explican las características del lugar y de los objetos, más el trabajo de los maestros, potencian la participación, la memoria, la curiosidad y el entretenimiento, adquiriendo diferentes conocimientos y despertando nuevos intereses mientras se analizan obras, se reflexiona sobre la historia y los procesos que implican su creación.
A modo de ejemplo, el museo municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino, en su sitio oficial explica las distintas actividades para escuelas donde ofrece recorridos participativos para alumnos de todos los niveles, además de incorporar un programa que brinda material para el trabajo con docentes, diseñado por niveles educativos, que incluye reflexiones sobre la historia de Rosario y sus transformaciones a partir de obras realizadas por plásticos de la ciudad en diferentes épocas; y a su vez, dicta un curso de capacitación a los docentes sobre la historia del arte de Rosario.
Desde esta perspectiva, cada museo promueve proyectos de integración entre cultura y educación para complementar la enseñanza que los docentes imparten en el aula; además de formarlos en la búsqueda de material didáctico, y actividades sobre las mismas exhibiciones y las temáticas que involucra. Las conferencias, las producciones audiovisuales, los talleres y las charlas con profesionales son otras actividades que se programan para acercar a los alumnos a los museos desde una representación lúdica.
La multiplicidad de aprendizajes que genera un recorrido por el museo, la divulgación del patrimonio cultural comprendiendo también otras culturas, y la capacidad de interpretación forman parte de una experiencia educativa que establece una conexión entre la escuela y el museo que protege, comunica y muestra distintas fisonomías que aportan un aprendizaje dinámico sustentado en el conocimiento, la sensibilidad y la imaginación.


