Lo llaman "el baile del desierto". Este viernes se estrena un nuevo ritmo en Bailando 2012 que representará un verdadero desafío donde los participantes deberán esforzarse en un terreno poco propicio para el baile: la arena.

Después de la eliminación de Floppy Tesouro, las 15 parejas que siguen en carrera deberán bailar en una superficie de 143 metros cuadrados. La producción montó un “desierto” con 114 toneladas de arena gruesa donde los participantes deberán imponerse al desgaste físico que conlleva.

Para tal fin, ocho personas están dedicadas exclusivamente al traslado, montaje y armado del escenario nunca antes visto en la televisión argentina, en una tarea titánica que demanda 12 horas. Al desafío se le sumará un elemento que puede marcar la diferencia en las coreografías: un médano de 12 metros cuadrados que estará a disposición de la imaginación de cada coach.

Los coreógrafos tienen la premisa de realizar movimientos de danza árabe e ir incorporando la arena en la medida de lo posible dado el lucimiento estético que puede implicar.