Un día después de conocerse la decisión de la Justicia de concederle al represor Miguel Etchecolatz la prisión domiciliaria "por problemas de salud", se conoció que uno de los vecinos del lugar donde vivirá el represor es nada menos que una de sus víctimas.

Esta persona, de la cual no se reveló su identidad por seguridad, además fue testigo en el desarrollo del juicio por los crímenes cometidos en el Pozo de Quilmes durante la última dictadura.

El conflicto parte de que sus viviendas comparten una reserva forestal con acceso único, en la zona del Bosque Peralta Ramos de la ciudad de Mar del Plata.

“No estoy aterrado, porque es un viejo. Pero yo no confío en esta gente. Julio López desapareció cuando Etchecolatz estaba preso, pero lo hizo desaparecer su mano de obra. El aparato de esta gente todavía existe”, le dijo la víctima al medio 0223 de Mar del Plata.

Ante esta situación, su abogada comenzó a trabajar para presentar una medida de protección contra la víctima del represor. “Es para que el genocida Etchecolatz no vaya a vivir a Mar del Plata a la misma calle que una de sus víctimas. Es víctima directa en un juicio por el que fue condenado y en otro pendiente”, señaló.