El proyecto de ley que unifica y moderniza los códigos Civil y Comercial de la Argentina, incluyendo innovaciones en cuestiones cotidianas en busca de una mayor seguridad jurídica, ingresó a la Cámara de Senadores de la Nación, que lo debatirá tras varias semanas de tratamiento.

Se analizarán temas como el matrimonio, el divorcio, la adopción, la fertilización in vitro y las sociedades comerciales, y la presidenta Cristina Kirchner celebró en Twitter el avance al considerar que “es imposible resolver los problemas del siglo XXI con textos del siglo XIX”.

La discusión deberá abordarse en una Comisión Bicameral que tiene que ser creada por resolución especial de los presidentes de ambas Cámaras, Amado Boudou en el Senado y Julián Domínguez en Diputados.

El proyecto fue presentado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en marzo último en un acto en Casa de Gobierno, que contó la presencia de los integrantes de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

El Código unificado consta de 2.671 artículos y reemplaza a los más de 4.000 que tiene el Código Civil actual y los más de 500 del Comercial.

Los principales puntos de la propuesta abarcan cuestiones como el matrimonio, el divorcio, la reproducción humana asistida, la adopción, la propiedad comunitaria indígena, la gestación por sustitución, las sociedades de un solo socio, los derechos personalísimos y las formas modernas de contratación.

El nuevo Código Civil y Comercial no realiza distinciones entre hombre y mujer a la hora de contraer matrimonio; posibilita optar entre el régimen de comunidad de ganancias y de separación de bienes; aunque establece que el inmueble asiento del hogar conyugal queda protegido y se requiere del asentimiento de la pareja para cualquier disposición.

La norma simplifica el trámite de divorcio admitiendo que éste sea dispuesto sin mayores recaudos que la libre petición de uno o ambos cónyuges, sin requisitos temporales. Además, los cónyuges pueden hacer propuestas y acordar sobre los efectos que tendrá la disolución.

También se actualiza la legislación mediante la incorporación de las técnicas de reproducción humana asistida, como la inseminación artificial o la fecundación in Vitro, regulando expresamente el consentimiento informado, los requisitos del procedimiento a emplear, la prevalencia de la voluntad procreacional y la equiparación de la filiación por dicho medio de reproducción humana con la natural y la adoptiva plena.

Se simplifica el régimen jurídico de la adopción, con prioridad en el interés del niño por sobre el de los adultos comprometidos. Se mantiene la adopción plena y simple y se incorpora la adopción por integración, referida al hijo del cónyuge o del conviviente. En este ámbito, se admiten la adopción conjunta y la unilateral.

También se incorpora el derecho a ser oído del niño y a que su opinión sea tenida en cuenta según su edad y grado de madurez, a la identidad, a conocer sus orígenes y a la preservación de los vínculos fraternos.

La Propiedad Comunitaria de Tierras Indígenas será exclusiva, perpetua, indivisible, imprescriptible, insusceptible de gravámenes, inembargable e inejecutable para la preservación de la identidad cultural y el hábitat de los pueblos originarios, que también tienen derecho a participar en la gestión referida a sus recursos naturales como derechos de incidencia colectiva.

La Gestación por Sustitución, en tanto, posee como elemento central la voluntad procreacional con el consentimiento previo expresado, informado y libre de las personas que intervienen. Esa voluntad debe ser homologada judicialmente.

Asimismo, el juez interviniente en la homologación constatará que la gestante no haya recibido retribución alguna y que, al menos, uno de los comitentes ha aportado material genético.

Por otra parte, el proyecto del nuevo Código Civil y Comercial crea la figura de la sociedad unipersonal que facilita la asignación de una porción del patrimonio a un proyecto productivo, incentivando así las inversiones.

En la iniciativa se incorpora un capítulo, inexistente hasta ahora, dedicado a los Derechos Personalísimos que abundan en los tratados internacionales de derechos humanos que integran el bloque de derechos de constitucionalidad federal. Allí se reconocen expresamente derechos a la dignidad, la intimidad, el honor y la imagen, entre otros.

Finalmente, entre otros cambios, se incorporan las Formas Modernas de Contratación, como los contratos de arbitraje, la agencia comercial, la concesión comercial, la franquicia, el suministro y el leasing, y se suman y armonizan los derechos del consumidor.

La intención es brindar mayor seguridad jurídica, al tiempo de garantizar de mejor manera la defensa de los ciudadanos como consumidores.

Cristina: “Son cosas cotidianas de todos los días”

La presidenta destacó mediante Twitter el ingreso en el Senado del proyecto del nuevo Código Civil y comercial, ponderó sus principales puntos, y aseguró: “Estamos hablando de cosas cotidianas”.

La jefa de Estado enumeró entre las modificaciones que plantea el proyecto sobre la unificación de los códigos Civil y Comercial los cambios al trámite de adopción, la simplificación de divorcio, los contratos pre-nupciales, la fertilización in-vitro y la gestación sustituta.

“El avance de la ciencia ha permitido a través de instrumentos científicos lograr tener un hijo. Esto debe estar contemplado y protegido”, afirmó la mandataria a través de la red social.

Consideró además que los temas que toca el proyecto, que unifica y moderniza los dos códigos y que ingresó a la Cámara de Senadores de la Nación, donde será debatido tras varias semanas de tratamiento, son “cosas cotidianas de todos los días” y no “cosas abstractas”.

La presidenta recordó asimismo la propuesta de “la creación de una comisión bicameral, para el tratamiento en un acto también de pluralidad y de respeto democrático a la división de poderes”. Dicha comisión deberá ser creada por resolución especial de los presidentes de ambas Cámaras.

“A instancias del doctor Bartolomé Mitre, el Código Civil que rige en la actualidad fue aprobado a libro cerrado. No es lo q vamos a impulsar”, aseguró. Y concluyó: “Es imposible resolver los problemas del siglo XXI con textos del siglo XIX, porque no tiene absolutamente nada que ver con lo que está pasando.”