El árbitro argentino que dirigirá la final del Mundial, Horacio Elizondo, aseguró que "tener asistentes del mismo país es una garantía total, no sólo desde el punto de vista profesional, que es un hecho sin precedentes, sino desde el punto de vista humano”. Y agregó: “Si finalmente se llegó hasta acá hay que estar más que contentos".
El profesional de 42 años, que será acompañado el domingo en Berlín a sus compatriotas Darío García y Rodolfo Otero, dijo este viernes que el vínculo entre los tres es "una relación de confianza", según informó Ansa.
"Dirigiendo juntos en los últimos años hemos mejorado nuestra relación. El hecho de que nos conozcamos, que hayamos arbitrado muchos partidos nos permite ayudarnos mutuamente en cada encuentro. Si uno de nosotros tiene un momento de dificultad los otros pueden levantarle el ánimo", añadió.