Ya se ha dicho que el principal “alimento” para el ánimo de los goleadores son los goles, y que cuando las conquistas no llegan, los miembros de esa raza especial no se sienten realizados. El equipo en el que juegan puede ganar, gustar y hasta golear, pero si ellos no anotan, no podrán dormir tranquilos (pese a las famosas frases de ocasión, tales como “lo importante es que ganó el equipo”).
Pero si un goleador ni siquiera tiene la chance de jugar; si el entrenador ni lo cita, y pasan los partidos y él está afuera… ahí sí que el artillero se desmoraliza. Si no creen, pregúntenle a Emilio Zelaya, delantero de Rosario Central que arrancó el torneo como titular, pero que desde su ingreso en el segundo tiempo ante Huracán en la cuarta fecha no volvió a pisar césped de primera. El mismo tucumano que ante River, este domingo, volverá a tener la oportunidad de hacer lo que más le gusta: goles.
“En un momento, después de ser titular las dos primeras fechas, estuve un poco bajoneado, pero mi familia y mis compañeros me apoyaron, Carlos (Ischia, el técnico del equipo) me habló, y me dijo que siga entrenando que en algún momento iba a jugar” confió el atacante tras el entrenamiento de este jueves, en el que se enteró de su presencia ante los de Passarella.
“En los últimos dos partidos estuve en el banco, y eso me daba un poco más de confianza. Ahora se abrió la posibilidad, así que espero estar el domingo, pero si no seguiré sin problemas en el banco de suplentes” agregó. “Estos, contra los grandes, son los mejores partidos, los más abiertos. Por ahí más River que Boca, que es de ir a atacar y de quedar mal parado. Vamos a tratar de aprovechar eso, sabemos que no están en un muy buen momento”.
En cuanto a la función que cumplirá en el esquema pergeñado por el DT, Zelaya contó qué es lo que habló con Ischia: “Me pidió que esté cerca de Martín (Arzuaga), y la verdad que me entendí bien. Tiene buenos movimientos, y juega en equipo. El técnico me dijo que me mantenga tranquilo, porque tengo condiciones y solo me falta explotar. Tengo que estar metido. Yo sé que todavía no exploté; ojalá que el domingo empiece”.
Zelaya recibió todo el apoyo de Ischia
