En cuatro días del Encuentro de las Colectividades, 1.142 personas se acercaron a la carpa que tiene la Dirección Nacional de Migraciones en el Encuentro de las Colectividades para realizar una consulta gratuita de los datos de arribo del familiar que llegó al país por primera vez.

Este es el tercer año que ofrece el servicio en la zona del Parque Nacional a la Bandera. El año que pasó fueron cinco mil las personas que pasaron por el stand y este año se apunta a repetir o superar ese número. De hecho, entre viernes y sábado se registraron 700 consultas, el domingo no hubo actividad por la lluvia, y entre el lunes y el martes se concretaron otros 440 pedidos.

“De ese total, hemos entregado unos 332 certificados de arribo al país”, aseguró Mariana García, jefa de la delegación local de Migraciones, a Rosario3.com. Ese documento, incluye nombres y apellidos del familiar, buque y puerto desde donde se zarpó, nacionalidad, edad, estado civil, profesión, religión, ciudad de nacimiento y año de ingreso al país.

Los datos fueron informatizados por el Centro de Estudios Migratorios Latinoamericanos (Cemla) y abarca los ingresos de inmigrantes al puerto de Buenos Aires desde los años 1882 a 1929.

Según García, “este fenómeno se viene repitiendo en los últimos años y despierta mucho entusiasmo, el stand abre a las 19 y el martes nos tuvimos que quedar hasta la 1 de la mañana”.

La iniciativa forma parte de una serie de políticas de esa dirección nacional que apunta a reforzar la identidad y satisfacer la inquietud por los orígenes de los familiares inmigrantes que poblaron estas tierras. Hecho que además se complementa con aquellos que vuelven al país después del éxodo masivo que produjo la crisis.

No más apátridas

La iniciativa de Migraciones forma parte de una reactivación de políticas a nivel nacional. “Hace tres años se aprobó una nueva Ley de Migraciones que después se completó con otros decretos presidenciales que, por ejemplo, terminan con un vacío que se había generado por los argentinos que se fueron al exterior”.

Hasta el año 2005, los hijos de argentinos que nacían en Italia, por ejemplo, eran apátridas porque en ese país la nacionalidad es por sangre y en Argentina por territorio, por lo que no podía acceder a un documento de identidad. “Esto lo empezamos a ver cuando, tras la diáspora que se produjo entre 1999 y 2003, cuando se fueron 260 mil argentinos al exterior, muchos regresaban al país para nacionalizar a sus hijos”, explicó García.

En la actualidad, los registros de Migraciones dan cuenta que el éxodo masivo se detuvo y que en cambio se incrementó en los últimos años las personas que regresaron al país.