La Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana municipal intervino este viernes por la noche para evitar la puesta en escena de un recital de cumbia en dos clubes rosarinos que carecen de la habilitación correspondiente. El cantante El Pepo tenía previsto una actuación en el club Nuestra Señora de Itatí, donde se llevó adelante el primer operativo que terminó con una nueva clausura y el desalojo del lugar. Luego, se efectuó otro procedimiento preventivo en el club Carlos Casado, a donde se intentó trasladar la presentación musical.

En colaboración con personal policial se realizó un procedimiento en el lugar que no cuenta con habilitación para este tipo de eventos.

Según se informó desde el municipio, el local se encontraba clausurado y ayer se constató la violación de dicha sanción. Ante la imposibilidad de tocar ahí, los organizadores que habían contratado a El Pepo intentaron llevar el recital al club Carlos Casado pero tampoco pudieron ya que la institución carece de permiso para ello.

El club Itatí, ubicado en bulevar Seguí e Iriondo, fue noticia días atrás por una confusa balacera que se dio en la puerta de la entidad.

Desde la Secretaría detallaron que las instalaciones no cuentan con la habilitación correspondiente para la ejecución de eventos musicales de este tipo, situación que ya había sido advertida por personal municipal a los responsables de la institución.

Las instalaciones tenían una clausura previa debido a que el año pasado en una situación similar la Dirección de Inspección detectó que carece de permiso y también de medidas de seguridad.

Al llegar al lugar, los agentes municipales y efectivos advirtieron la presencia de personas que habían concurrido al recital. En consecuencia, se labró el acta correspondiente, se desalojó a la gente del inmueble y se volvió a disponer la faja de clausura.

Todavía se desarrollaba el procedimiento municipal, cuando el personal se enteró de que la presentación del cantante se había trasladado al club Carlos Casado ubicado en Pasaje Bolívar al 3100.

Inspectores se dirigieron al lugar para notificar que tampoco allí era posible desarrollar el recital ante la falta de una habilitación correspondiente. Como resultado, El Pepo, que estaba viajando hacia Rosario, fue avisado en la autopista y pegó la vuelta a Buenos Aires.