Laura Vázquez y Gonzalo Bernal tuvieron a su primero hijo Manuel hace siete meses y desde entonces emprendieron una larga recorrida por el registro civil de su oriuenda City Bell para que el niño sea anotado con el apellido materno primero. Y lo consiguieron: Manuel Vázquez Bernal se convirtió en el primer argentino autorizado por vía administrativa a subvetir el orden de la Ley del Nombre que obliga a anteponer el apellido paterno. “Para mí tiene que ser un derecho”, aseguró su mamá en tanto su papá ponderó “la importancia de este cambio”.

Según publicó Página 12, el logro de los Vázquez Bernal tiene dos antecedentes, aunque ninguno de ellos fue alcanzado a través del tradicional trámite administrativo, sino por medio del fuero judicial. Uno de ellos, aquí mismo, en Rosario; el otro, en la vecina Córdoba.

Firmada por la directora bonaerense del Registro de las Personas Claudia Corrado, Laura y Gonzalo lograron su cometido y aseguraron que se encuentran “muy felices” pero que la cosa no termina acá: quieren que se modifique la Ley 18.248, más conocida como Ley del Nombre, que data de 1969.

Si bien existe un proyecto actual en tal sentido, la iniciativa no logró nunca prosperar en el Congreso. Sin embargo, para su autora, la diputada Marcela Rodríguez con el antecedente de Manuel, la reforma del Código Civil en ciernes y la flamante legislación sobre igualdad de género y matrimonio igualitario, todo indica que el campo está preparado para esta reivindicación del rol femenino en la familia.

“En el seno familiar siempre mamé la igualdad de género –contó Laura–. Cuando nos enteramos del caso de Córdoba, quisimos seguir los mismos pasos. Siempre quise ponerle mi apellido a mi hijo”. Sin embargo Vázquez no la tuvo fácil al principio con su pareja. “Me chocó un poco –aportó Gonzalo– pero lo hablamos bastante y entendí la importancia de conseguir este cambio”.

El desafío ahora –anticiparon– es por una nueva Ley del Nombre, que respete la Convención para la Eliminación de todas la Formas de Discriminación contra la Mujer y de modo similar a la Ley de Matrimonio Igualitario permita que las parejas puedan elegir el orden de los apellidos de los hijos. Justamente tales fueron los fundamentos de Corrado cuando dio lugar al pedido de los Vázquez Bernal.