Uno de los sobrevivientes de la tragedia sobre la ruta 33 el pasado 24 de febrero relató los momentos previos al choque. Agregó que denunció varias veces a Monticas por el estado de las unidades y advirtió que durante el receso de verano la empresa generalmente dejaba en circulación a los colectivos "más rotos". También cuestionó la falta de controles. 

Entrevistado por Ciro Seisas y Analía Bocassi (De 12 a 14, El Tres), Nicolás comentó que "en pocos días" será dado de alta en el Sanatorio Los Alerces, lugar donde está internado, tras haber sufrido algunas lesiones por el siniestro vial. Contó que al momento del choque él viajaba en el micro Metropolitana, al que se le reventó un neumático. "Venía en la parte de la mitad del colectivo, del lado derecho, contra una ventana. Eso me salvó la vida. Los asientos me atajaron", añadió.

"El chofer grita cuando ve al colectivo de frente. No había forma de evitarlo. Intentó controlar (el micro) pero ya coleteaba mucho. Cuando cruzó de carril, salí volando de un coletazo para adelante y pasé a la parte izquierda del colectivo, al pasillo. Después golpeó contra la zanja y quedé agarrado entre la gente que estaba en el pasillo. Cayó gente aplastada contra el frente (del vehículo). Me levanté y me revisé. Me dolía la columna. Lo primero que hice fue ayudar a la gente. Llamé al 911, a mi vieja y a una amiga de la facultad", expresó.

Nicolás, de 27 años, explicó que viaja de Rosario a Zavalla "hace ocho años", ya que trabaja en la Facultad de Ciencias Agrarias, situada en la vecina localidad. En varias oportunidades denunció a Monticas por las condiciones que trasladaban los pasajeros.

Hace un mes vine de Rosario a Zavalla en un colectivo que tenía una rueda rota. Me dijeron que estaba floja pero que era segura"

"En enero, la frecuencia baja y cambian los coches. Ponen a los más rotos. Hace un mes vine de Rosario a Zavalla en un colectivo que tenía una rueda rota. Hice la denuncia y me dijeron que estaba floja pero que era segura", señaló.

El joven subrayó que generalmente las conexiones interurbanas se daban en micros sin aire acondicionado y con más pasajeros de lo permitido. "Ésto iba a pasar. No había forma de que no pase. Los inspectores veían que viajábamos como ganado. Hay que aprovechar que el tema está caliente para que desaparezca la empresa", indicó.

El sobreviviente de la tragedia también alertó que los pasajeros padecían las mismas condiciones en coches de otras empresas. En ese sentido, pidió a "los dirigentes a que se sienten" a seguir el problema de cerca. "Ésto no tiene que quedar acá", concluyó.

A propósito de la falta de controles, el gobernador Miguel Lifschitz dispuso este martes que Gustavo Peirano, hasta hoy a cargo de la subsecretaría de Transporte Automotor de la provincia, encargada de la fiscalización, será reemplazado por Héctor Zanda.